Últimamente tengo ganas de escribir, muchas ganas, pero no escribo, porque escribir tan poco como lo hago es como no escribir para mí. Tengo ideas, pero no la calma para sentarme a escribir delante del ordenador, así que me he vuelto a comprar cuadernos para escribir,-los “cuadernos para todo”, como los llamaba Carmen Martín Gaite – y así poderlos llevar conmigo y escribir en minutos robados a lo largo del día. Así que hay un nuevo episodio de Elena e Irene ya cociéndose.
Escribir siempre ha sido una necesidad, una terapia, y muy a menudo, una prioridad para mí, pero me doy cuenta de que, desde hace unas semanas, mis prioridades y mis necesidades han cambiado. Son las personas reales y lo que ahora estoy construyendo con ellas mi principal prioridad. Una red social de dos núcleos que se complementan : Bilbao, mi tierra, Barcelona, mi lugar de acogida. Todo esto me ha ido dando tranquilidad y estabilidad emocional, aunque no mucho descanso físico.
Es curioso, pero el dichoso libro de autoayuda que empecé a leer hace poco, me está ayudando a plantearme cosas que no había tenido en consideración, a resolver dudas y expulsar algún que otro demonio.
Llevamos días con temporal: lluvia torrencial, frío, viento y cielos muy grises que nos obligan a buscar las ganas de salir de casa bajo el colchón. Caminamos con pies mojados y las palabras se diluyen bajo el paraguas mientras el silencio intenta calmar la violenta discusión entre la lluvia y el viento. y es que he pasado en unos días de caminar bajo la luna llena a ver, desde mi ventana, un precioso arcoiris.
No sé si esta vez he escogido el camino correcto, pero al menos veo que doy pasos hacia delante y no hacia atrás, que me siento bien en esta tranquilidad no pensada ni buscada.
Y es que me ha costado 10 años entender la cita del final de la novela de Esther Tusquets “ El mismo mar de todos los veranos”, pero al final yo también , como Lilly Briscoe en “ Al Faro” de Virginia Woolf, “ he tenido mi visión”.
Y WENDY CRECIÓ.
Una vez tuve mucho miedo y el miedo bloqueó mi vida, ahora lo único que me preocupa es no tener suficiente tiempo para hacer todo lo que me gusta y lo que aún no sé que me gusta.
martes, 10 de noviembre de 2009
Y Wendy creció
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6 comentarios:
¡Qué bien! Y aunque Wendy crezca, que no pierda la ilusión.
te veo optimista y con las ideas más claras y eso me gusta, si, para mi escribir también es una mezcla de necesidad y terapia, sirve para expulsar que se yo a través de palabras, sólo que a veces lo que vas a escribir es tan duro que al final no lo escribes
un beso
Hay un tiempo para todo... un beso :)
ADORO A MARTIN GAITE...por favor...que resucite.
Escandinava
Wendy creció, pero siguió siendo Wendy...
Besitos
MARIA: sip, muy bien.
GUADA: estoy optimista, aunque tengo mis momentos de bajón.
PENA MEXICANA: espero que así sea y lo haya.
ESCANDINAVA: umm, tengo en mente un post sobre Gaite por el comentario que hiciste sobre Nubosidad Variable, a ver si sale.
LUCY; sip, espero que lo bueno de Wendy haya quedado intacto
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