domingo, 15 de febrero de 2009

Erase una vez dos princesas que no comieron perdices pero no les importó

A este cuento de princesas sólo le faltaba una cosa para estar completo y me la acaban de regalar, os la pongo para que la escucheís y se la
pongaís a vuestras princesas:

" y apareció en tu vida, la chica de tus sueños, esa princesa herida, y ella curó tu infierno, porque tú no sabías, que aunque nacieras princesa, no querías un Romeo, esperabas a Julieta. Nadie supo explicarte por qué la querías, y el hombre de tu vida se llamaba María..."

Érase una vez dos princesas que andaban sin buscarse, pero acabaron encontrándose. Porque, éste podría ser un cuento de princesas, no de esas que salen en los cuentos, sino de princesas desconocidas, pero tan princesas o más que aquellas. Es la historia de un amor, o al menos eso creo, porque lo que las princesas de esta historia y las de los cuentos comparten es que, habiéndose reunido los enamorados, nada sabemos de cómo fue su vida después del encuentro. Quizás la Bella Durmiente descubrió, apenas unos días después, que su príncipe no era lo que ella había soñado y se fue a dormir de nuevo. Quizás la Cenicienta dejó de ser tan encantadora cuando consiguió casarse con el príncipe y éste acabó por divorciarse de ella…
Nuestras princesas modernas eran asiduas lectoras de blogs. La mayor parte de las veces se limitaban a leerse mutuamente, pero, casualidades de la vida (o no), aquel día la princesa Dorremí dejó un comentario en el blog de la princesa Deletrea de Eritrea. A la princesa Deletrea de Eritrea le hizo mucha risa el comentario y no pudo evitar la tentación de mandarle un mail a la princesa Dorremí haciéndoselo saber. La princesa Dorremí contestó y los mails empezaron a encadenarse entre ambas princesas. Los mails, inocentes, serios y amistosos, dieron paso a confidencias; las confidencias dieron paso a querer saber más, a no poder estar sin saber nada la una de la otra durante más de una hora. La princesa Dorremí se asustó y así se lo hizo saber a la princesa Deletrea de Eritrea. Tenía miedo de estar enamorándose de un personaje de ficción, de un fantasma, de una idea, ¿y si la princesa Deletrea de Eritrea no era lo que decía ser? ¿Y si la princesa Dorremí estaba jugando con la princesa Deletrea de Eritrea?
A las princesas sólo les quedaba una salida, conocerse y salir así de dudas. Una cita acabaría con la ficción y las devolvería a la realidad. El viernes, a las 8 en casa de la princesa Dorremí…

Y el viernes llegó y las princesas empezaron a prepararse para la cita. Veamos cómo…
En casa de la princesa Dorremí el despertador suena a las 6:00. Pipi, cocina y un café mientras se enciende el Pc. Comprueba el correo, lee la prensa y desayuna.
En casa de la princesa Deletrea de Eritrea el despertador también suena a las 6:00, pero la princesa Deletrea odia madrugar así que araña unos minutos al día, tiene sueño y le apetece que le acaricien un ratito, pero no hay nadie para hacerlo. Quizás tenga suerte esa noche.
6:20. se levanta, prepara el desayuno y, mientras se lo tomo lee y contesta a los mails de la princesa Dorremí.
7:00: Ducha. Se lava el pelo y se depila todo el cuerpo con cuchilla. Se deja un discreto triángulo en sus partes íntimas. Se seca el pelo y se lo alisa. No va a ir a la peluquería porque quiere que su pelo parezca natural y su peluquera tiene tendencia al exceso de uso de fijador y no le gusta.
7:00. se viste. Revisa su cuerpo. No hay pelillos incordiantes asi que no hay que depilarse. Se viste para ir a trabajar. Ya pensará a lo largo del día qué se pondrá para acudir a su cita.
7:30. decide qué ropa se pondrá esa noche…o al menos lo intenta…
8:00. se viste y se va a trabajar…..y en el trabajo…..la mañana se resume en: trabajar y pensar en la princesa Deletrea, trabajar y pensar en la princesa Deletrea, trabajar y pensar en la princesa Deletrea…
8:00. empieza a trabajar. Quiere terminar pronto pero tiene mucho trabajo en la mesa. Le manda un correo a la princesa Dorremí comunicándole la restricción de mails para ese día. Quiere terminar todo por si acaso una enfermedad la retiene en la cama de la princesa Dorremí a la mañana siguiente..
13:00. hace las compras de la cena de la noche.
17:00. termina de trabajar. Se va a casa y se da una ducha. Hidrata su cuerpo para tenerlo muy suave esa noche. Se pone poco maquillaje, pero no sale de casa sin pintarse los labios..
17.30. Sale del trabajo y se va a casa.
18:00. prepara la decoración. Abre una botella de vino tinto y busca la música que irá de hilo musical. Empieza a preparar la cena…
18:20. coje la botella de vino que había comprado el día anterior, una rosa y el paquetito que incluye el detalle para endulzar el postre que no tomarán en la mesa
19:00. se da una ducha rápida y se cambia. Llega la princesa Deletrea de Eritrea. Dos besos, coje su chaqueta y le enseña su casa. Luego van al comedor, la princesa Dorremí sirve el vino y se sientan en el sofá a charlar…
19:00. La princesa Deletrea llega a casa de la princesa Dorremí. Se dan dos besos. Le enseña su casa, es muy bonita y acogedora. Coge la copa de vino que le ofrece la princesa Dorremí y se sientan en el sofá. La princesa Dorremí se ha sentado en la otra punta del inmenso sofá. La princesa Deletrea quiere acercarse a ella así que, fijándose en el libro que la princesa Dorremí tiene a su lado, se levanta, lo coje y sentándose al lado de la princesa Dorremí, le pregunta por él. La mira. Su copa ya está vacía, la princesa Dorremí está nerviosa y bebe deprisa…antes de que la vuelva a llenar le ofrece la suya. Coje su mano por primera vez para acercar la copa a su boca, bebe un sorbo y mira a la princesa Deletrea, quien la mira a su vez, acercándose a ella, despacio y besándola.
20:00. la cena está lista y pasan a la mesa. La princesa Dorremí está un poco cortada, pero el vino la va animando y le va cojiendo la mano a la princesa Deletrea de Eritrea durante la cena hasta que en los postres, por fín, se atreve a darle un beso ella.….
la cena ha ido bien, ha sido distendida y me ha tocado mucho. Al acabar, la tensión sexual es muy grande. ¿Para qué esperar más? La princesa Deletrea de Eritrea se levanta, se acerca a la princesa Dorremí, la coje de la mano y la dirije, en silencio a su dormitorio…

La princesa Dorremí se deja hacer porque es lo que lleva esperando desde que se mandaron los primeros mails. Se siente como un animal con el deseo sexual desbordado y con la necesidad de poseerla. Nunca se habían visto y por eso el deseo era tan fuerte, pero no puede dejar de reconocer, que ha aumentado al verla. Sabe que sólo habrá una noche, esa noche. Sus vidas no les dejan otra opción. Así que sólo le quedaba tomarlo o perderlo,y decidió tomarlo, aún en su brevedad. La princesa Dorremí se despierta a las 2:00 am y ve que la princesa Deletrea aún está con ella. La mira y la vuelva a besar. Es consciente de que, por primera vez le ha hecho el amor a una mujer que ha recibido y ha sido anfitriona de su amor. No ha habido rivalidad entre ellas, sino intercambio.” Me ha amado de verdad, y yo a ella”. Mañana quedará el olor en la almohada y una rosa en un vaso. La princesa Dorremí volverá a su vida fingida pero sabiendo que ha sido intensamente amada por unas horas…o al menos eso es lo que ella cree.
Y, ¿la princesa Deletrea de Eritrea? ¿Qué sintió? Esto es lo que me contó ella misma:
.... Llegamos al dormitorio. Me mira interrogativamente. Me paro cerca de la cama. Ella hace amago de desabrocharse la blusa, pero cojo sus manos y le hago un gesto indicándole que no, que yo me ocupo. Desabrocho su falda y la dejo caer al suelo. Me acerco a ella y, mirándola fijamente a los ojos, en silencio, acaricio sus piernas y sus nalgas. Nada de besos en la boca aún. Pero yo sí que poso mis labios en su cuello, y entonces, empiezo a desatar su blusa, desde abajo, se la quito y veo su cuerpo en ropa interior, esperándome. Me gusta lo que veo y noto como me mojo y empiezo a excitarme, pero necesito sentir que me desea, oír sus gemidos.
Quizás se ha dado cuenta, porque empieza a desnudarme con rapidez. Su urgencia me excita cada vez más y empezamos una pelea de gatas por llevar el control del momento. Me lame el cuello y me mojo más. Ya desnudas, su cuerpo es una visión deliciosa. Quiero más y me agacho para meter mi boca entre sus piernas, en busca de su sexo. No hace nada por impedírmelo. Está húmedo, supongo que tiene tantas ganas de correrse como yo. Tira de mí para que suba y me empuja sobre la cama. “quiero mi postre. Me dijiste que yo podría tomármelo primero. ¿Acaso vas a faltar a tu palabra?". Sonrío, me pongo cómoda y le dejo hacer. Su lengua se mueve por mi sexo con destreza, aunque ella me dijo que yo era su segunda vez. Si es así ahora, ¿cómo será cuando haya practicado más? Siento cómo mi sexo se inflama, arqueo las caderas de placer. Creo que no se puede sentir más placer que el que me está dando. Yo también quiero comer de su sexo. Le pido que me deje pero se niega, "primero yo, ¿recuerdas?”. Ha introducido su dedo dentro de mi y lo mueve con suavidad mientras sigue lamiéndome el clítoris. De repente mi sexo sufre una sacudida de placer intenso y me corro. "ahora yo", le digo y ella sonríe. Sube y me besa en los labios. Su mirada me deja saber cuan importante era mi placer para ella. Me pide que la abrace,” lo necesito”, me dice. Unos minutos después soy yo quien le da placer a ella. "quédate sobre mi unos minutos, quiero sentirte así, cerca de mi". Accedo a su deseo. Nos dormimos juntas, felices, no sabiendo muy bien qué pasará mañana, pero de eso ya nos ocuparemos mañana. Hoy hemos tenido nuestra parcela de felicidad y eso ya será nuestro para siempre. Se queda dormida y me paso la noche observándola, cuidando su sueño. Sobre las 2:00 se despierta y me hago la dormida. Me besa con cuidado en los labios y me acaricia la cara, muy bajito susurra un " pase lo que pase a partir de mañana, nunca podré olvidarte".
Me levanto antes de que amanezca, sin despertarla, y me voy. En su oficina, mañana cuando llegue, encontrará dos rosas y una nota: " no sé lo que pasará mañana, pero hoy sé que quiero seguir estando en tu vida. Tú decides cuando hacer que esas dos rosas se conviertan en otro momento contigo. Ya te echo de menos. "

La princesa Dorremí lloró de felicidad e impotencia. Su vida había sido una mentira durante años, fingiendo lo que no era ni sentía, pero por fin, había un poquito de realidad. No sabemos si han comido perdices, seguramente no, porque hay manjares mucho más exquisitos. No sabemos si vivirán felices el resto de sus días, pero sabemos que hoy sí lo son.


"Princesas olvidadas o desconocidas", de Philippe Lechermier y Rèbecca Dautremer. un magnífico libro que he tenido la suerte de conocer gracias a que me lo han regalado. Es un libro para compartir, para buscar a la princesa que tú crees ser, a tu princesa . Las ilustraciones son fantásticas. Mis princesas preferidas: las dos que he escogido para mi cuento.


miércoles, 11 de febrero de 2009

No me regales flores si quieres enamorarme, sedúceme con tus encantos

San Valentín está a la vuelta de la esquina. Odio San Valentín, odio que me impongan un día para querer a alguien, ¿y si ese día justo estoy enfadada con ella?¿debo quererla porque es San Valentìn? Luego está la cuestión de los regalos, más bien la obligación. Pues va a ser que no, que yo los regalos los hago durante todo el año, porque quiero, no por obligación. No me gusta San Valentín. Vale, ya lo había dicho. No celebrarè San Valentín, simplemente, celebraré que la quiero cuando me apetecezca.
¿ Y qué pasa con quienes no tienen pareja? 24 horas aguantando que les restriegen los demás lo "felices" que son, lo que les han regalado, lo románticamente que lo han celebrado... En fín, que nadie me regale flores el día de San Valentín, y por favor, demostremos a quienes queremos que les queremos porque les queremos, no porque se empeñen en que ese día les tengamos que querer. O amar..
Hace unos días repartí unos mails con una pregunta: Imaginate que tú y yo somos dos desconocidas que se han conocido por internet ( porque, claro, no hay parejas ni nada que se hayan conocido así, ¿verdad?). Imagínate que decidimos tener una cita y conocernos...Cuéntame cómo pasarías el día, cómo te prepararías, qué harías, dónde nos citaríamos, qué pasaría después de la cena....???
De esas respuestas y de mi imaginación está saliendo algo que colgaré en breve, pero, ¿ por qué no? ¿ alguien que no haya recibido mail se atreve a responder? ripley506@gmail.com para quien se atreva. Sed malas, muy malas, porfa. Los mejores los cuelgo si os atrevéis (anónimamente si os da vergüenza) Animemos San Valentín.
( este es un post al estilo Ripley del otro blog para que la amiga de mi novia deje de quejarse. por tí Begoña)
--------------------------------------------------
Jelly : cita en Barcelona...
Pasaría el día lo más tranquilamente posible, justo tres horas antes de salir hacia el lugar de la cita, me daría una buena ducha relajante ante todo por mí que me gusta mucho oler bien y tener la piel suave, me echaría mi gel "sensual" (así lo pone en el envase) rojo que huele divinamente, por supuesto, asegurándome que estoy depilada (ante todo porque nunca se sabe nunca se sabe lo que pasa por la noche). Luego me vestiría normal, parte de abajo vaqueros, parte de arriba algo rojo o verde con rayas. Me secaría bien el pelo, odio salir a la calle con él húmedo... y me pondría los zapatos más cómodos que tengo porque si te gusta caminar, a mí también.
Nos citaríamos en algún lugar no demasiado lleno de gente, posiblemente en un local de billares en Gracia (Barcelona) o cerca de allí, un lugar que tú conocieras sin problema. Luego te invitaría a cenar en un restaurante japonés que está muy bien (es japo japo no imitaciones) o te llevaría a un lugar donde comer marisco y pescado (depende más bien de tus gustos). No te dejaría pagar la cena, una invitación es una invitación y yo soy muy caballerosa :) En el japo, si te gusta la cerveza, pediríamos la cerveza japonesa que tienen que está muy bien; y si estamos en el del pescado, si te gusta el vino blanco, pediríamos un albariño o cualquier otro vino suave.
Estaríamos charlando y después de cenar, iríamos caminando un buen rato por la ciudad. Terminaríamos sobre la una y media entrando en algún local de ambiente para seguir tomando algo, charlar y bailar.
Y la noche terminaría, pues suponiendo que nos hayamos caído súper bien, te diría de quedar para desayunar...
-----------------------------------------------------------
(Coquí): cita en Madrid...
Me imagino que nos conocemos por Internet… ok, es algo raro ( porque me conoces y ni tú ni yo nos imaginamos de pareja, no te jode) pero bueno, me lo imaginaré. El como me prepararia o que haria, etc. Va en funcion de cómo haya transcurrido las conversaciones que hayamos tenido previas a la cita. Según vas conociendo a alguien, sea de la manera que sea, no te enamoras, pero si notas, o sientes, si esa persona te atrae mas o menos… de modo que según la intensidad de la atracción haces o no una coso u otra…
Me ejjjjjplico.
A) Me atraes mucho. Estaria hecha un puto flan de vainilla de los de flan dull (se escurren mas que los de huevo) Me llevaría a mi mano derecha (previo aviso y consulta) que es la que se fija en como me miran los demas cuando yo estoy absorta en mis musarañas (cosa habitual en mi el 99% de mi tiempo – el 1% restante es cuando hablo con ella y me cuenta sus impresiones-) De este modo, si el primer impacto es bueno por ambas partes, y mi mano derecha me dice que me miras con buenos ojos o con alguna intencion “sana” (aunque no se yo… ) pues sin problema, genial. Pero de no ser tan bueno, tienes una mano amiga que te conoce y sabria decir en un momento adecuado que habiamos quedado con su hermana por poner un ejemplo. Lo demás se demuestra andando
B) Ni me atraes ni me dejas de atraer… o
C) No me atraesMe da igual para una situación u otra… haria lo mismo…
Esta vez podría ir sola, sin problema, ya que tampoco tengo un excesivo intereses en conocer que tipo de miradas me echan. Si me siento a gusto pueden pasar las horas sin darme cuenta, pero si algo me incomoda me inventaré cualquier excusa al cabo de una hora. A ver, yo soy muy simple. Las cosas como son, si no encaja el tema, por ningun lado conmigo, planto excusa para salir del momento, después con calma y tranquilamente, planteo las cosas. Y fin.
Por lo de que prepararia y tal… la verdad, no prepararía nada en especial. Tan solo puedo pensar en que sitios llevar, sitios que sean acogedores, agradables, pero no haria nada especial, ni sorpresas… cuando quedas con alguien de este modo es para conocer, no para pedirle matrimonio, si las circunstancias de cada una encajan con la otra, si se caen bien en persona, etc… las sorpresas vendran a su debido tiempo, y según se sientan y apetezca hacerlas, digo yo (vamos, imagino, que yo de esto, no tengo ni idea, repito!) Si a mi de primeras me llevan a ver una obra de teatro, sin yo saberlo previamente… yo, me acojonaria un poco y me sentiria algo intimidada. Ya que aunque este ejemplo en concreto es algo que me gusta, me pareceria que me quiere impresionar, y noooo, nooooo, noooooo estabamos hablando de CO-NO-CER. Que todo alago siempre se agradece! De acuerdo, pero a su debido tiempo. Porque tambien te puedes equivocar.
Por otro lado, la otra persona por mucho que haya hablado conmigo por Internet no termina de conocerme 100%, y si las fotos que le he mandado son falsas y en realidad soy un chaval salidorro de 13 años? Y si soy su hermano mellizo gastandole una broma pesada!? Y si no soy lo que esperaba en persona? Tanta parafernalia para nada y una desilusion y mosqueo de aquí a la casa de Obama. He dicho.
Ale un beso fea, menos mal que nosotras ya nos conocemos en persona.
--------------------------------------------------------------------

domingo, 1 de febrero de 2009

Elena e Irene: El del aniversario ( episodio 6)

E : ¿Tú crees que nuestra relación está en crisis?
I: ¿Tú crees que podrías darme un beso, un abrazo y decirme un Te quiero, o un Te echaba de menos?
E: Sí, eso también.
I: ¡Menos mal! Una está fuera cinco días por trabajo y lo último que se le pasa por la cabeza es que su novia la reciba con eso.
E: Bien, pero no te vayas por las ramas. ¿ está nuestra relación en crisis? ¿ya no me quieres?
I: Y..¿eso te lo preguntas por qué...?
E: porque va a hacer un mes que salimos juntas y se supone que habría que celebrarlo, ¿no? Las lesbianas lo celebran todo, ¿ o no? Y tú llevas dias que no tienes tiempo para mí.
I: ¡ahhhh!
E: ¿Eso es todo lo que vas a decirme? Entonces, no me equivoco, ya no me quieres.
I: ufff. Ven,vamos a sentarnos, porque creo que vamos a tener un “momento Elena”.
E: ¿momento Elena? ¿te estás riendo de mi?
Irene sabe que, ante un “momento Elena”, la lógica y la razón no sirven así que agarra a Elena y la besa con toda la intensidad de que es capaz teniendo en cuenta lo cansada que está después de siete horas de vuelo. Acaricia la espalda de su novia, su pelo y la abraza muy fuerte. Cuando Elena empieza a temblar es el momento de empezar a hablar. Irene sabía perfectamente que su novia tenía un manual de instrucciones diferente al resto de las chicas con las que había estado.
I: ¿ me escucharás ahora, y te quedarás calladita?
Elena asintió con la cabeza. Irene producía en ella un efecto sedante y paralizante cuando la tocaba. Era demasiado poder el que tenía sobre ella, pero nada podía hacer contra eso, y ¡anda que no le fastidiaba!
I: Las lesbianas no son diferentes al resto de los seres humanos para las celebraciones. A ver cuando te metes esto en la cabeza. Son las personas, las parejas, las que ponen las reglas de sus celebraciones. No sé qué te ha hecho pensar que ya no te quiero, o que no ibamos a celebrar el primer mes de modo romántico.Simplemente te diré: ¿ tú sabes lo que es darle una sorpresa a tu pareja?
La cara de Elena se iluminó de repente, se soltó de los brazos de Irene y empezó a moverse sin sentido por el salón.
E: ¿una sorpresa? ¿has preparado algo especial para nosotras?
I: Tecnicamente ya no es una sorpresa. Lo sería si tú no hubieras armado este lío y yo pudiera mañana llevar a cabo mis planes como lo planeé.
E: Bueno, puedo fingir que no ha pasado nada....
I: Pero yo no.
E: soy idiota..
I: un poco
E: ¿me perdonas?
I: ¿me queda otro remedio?
E: supongo que sí, pero mejor no pienses en ello.
I: No lo haré. Ahora cogeré mi maleta y me iré a mi casa a dormir.
E: ¿ te has enfadado?
I: No lo sé
E: Te has enfadado...
I: Cuando te comportas así me pregunto que qué he visto en tí, que por qué te quiero, que si soy masoquista.
E: Bueno, tampoco te pases.
I: Elena, no puedes hacer un mundo de cada detalle. Me vuelves loca con tu manera de ser.
E: ¿síii?
I: No de esa manera, y no te hagas la tonta, que me has entendido perfectamente.
E: Ahora que lo he estropeado todo....¿me dices cual era la sorpresa?
I: ¡No! Ahora me voy a dormir a mi casa.
E: Dímelo.
I: No, te esperarás a mañana. Ese será tu castigo, que teniendo en cuenta lo impaciente que eres, no estará mal.
E: Te odio.
I: ummm. Creía que me querías.
E. Te querré cuando me lo digas, o cuando me entere, o cuando haya pasado, pero si no me lo dices, te odiaré.
I: ¡vale! Yo también te quiero. Hasta mañana cariño
Irene cogió su maleta y su portafolios y se marchó. Al cerrar la puerta oyó un “ Te quiero, pero también te odio por tener tanto poder sobre mí”. Sonrió. Mañana sería otro día. Con Elena, la vida era como una montaña rusa. Lo que Elena no sabía era que ella también tenía un enorme y hechizante poder sobre Irene. Si algún día lo descubriese, Irene estaría perdida.
( dos horas más tarde)
I: Sí....¿quién eres?
E: Sabes quién soy. Te sale mi imagen en la pantalla cuando te llamo. Ya es mañana. ¿ me dices cual es mi sorpresa?
I : Son las dos de la mañana! ¿por qué no te duermes?
E: no puedo y lo sabes. Dímelo o me pasaré la noche en blanco. Si no me lo dices, no pararé de llamarte hasta que me lo digas.
I: apagaré el teléfono...
E: ¡no te atreverás!
I : ¿tú que crees?
E: que sí. No importa...
Irene oyó unas llaves en la cerradura y unos pasos que se encaminaban a su habitación.
E: ¿me lo dirás ahora?
Elena se despojó del abrigo. Debajo, sólo su cuerpo desnudo.
I: Está en el cajón de arriba...
Elena se abalanzó al cajón, lo abrió y vió un sobre en su interior. Lo cogió y lo abrió:” Hola cariño. No sé en qué momento encontrarás este sobre, si mientras yo no estoy, intentando encontrar tu regalo, o después de someterme a tortura. En cualquier caso, tendrás que esperar hasta mañana- hoy, quizás- a las 6 de la tarde, en Cádiz, Parador Nacional, para disfrutar de tu sorpresa. Pd: no te olvides del cepillo de dientes, ya sabes que el aliento matutino mata el deseo sexual”
Elena se giró y miró a Irene.
I: Tú te lo has buscado. Te recojo a las doce en tu casa, y ahora, si me perdonas, voy a seguir durmiendo.
E: ¿y no vamos a hacer el amor para celebrar la reconciliación?
I: ¿quieres oir la respuesta?
E: No, ya te la digo yo: No, será tu castigo. ... ¡Pues que sepas que también te castigas tú con eso!