domingo, 22 de noviembre de 2015

Elena e Irene (5)



Paula puso el móvil en su bolso y colgó este de la silla. 
- Lo siento. Menos mal que me ha llamado, se me había olvidado.- dijo poniendo cara de niña buena que sabe perfectamente la razón de su despiste.- Es una clienta que quiere comprar un super piso en la Plaza Euskadi. Yo también querría tener uno de esos pisos. Sitio ideal , pisos preciosos….¿ te apetece venir y lo ves? Podemos decir que eres mi ayudante . ¿ qué dices?
- No sé. A mi me encantaría poder verlos pero no quiero que tengas problemas.
- ¿Problemas? Ninguno, soy la jefa y me apetece que vengas a enseñarlo conmigo. …A menos que ya tengas planes.- Paula recordó que su amiga tenía algo que decirle y había estado muy misteriosa, quizás había ligado la noche anterior en su incursión en el mundo les. La verdad es que cuando le confesó sus dudas unos meses antes se sorprendió, nunca lo había pensado; Elena era guapa y femenina, no era el prototipo que ella tenía de una lesbiana. Pero cuando recapacitó se dio cuenta de que las lesbianas que había conocido en los últimos años eran muy diferentes todas al prototipo que la sociedad tenía de ellas, que lo que realmente le había desconcertado era la posibilidad de que su intima amiga pudiera establecer una relación con otra mujer que no fuera ella y perderla. Sintió celos de cualquiera que fuera a ser la novia de Elena en el futuro; pero  intentaría trabajar sobre eso para no perder a su amiga.
-No, no tengo planes. Y ya que no tengo casa, me vendrá bien estar entretenida y no volver a la de mis progenitores muy pronto.- confesó.  Paula la miró extrañada. Apoyó los  cubiertos apoyados en el plato y se puso seria.
-Cuéntame qué ha pasado 
Elena le contó lo que había pasado la noche anterior en el bar de mujeres. Paula rió hasta que le lloraban los ojos cuando su amiga le dijo cómo había salido huyendo  y no pudo sino echarle una buena bronca por ello, aunque por otra parte entendía por qué lo había hecho. Ella habría hecho lo mismo. No debía ser nada fácil darte cuenta de que tu dificultad en encontrar a un chico que te guste se debe a que no te gustan más que como amigos, y que lo que te pone son las tías. No podía imaginarse con una mujer en la cama, pero pensar que su amiga podría hacerlo le hizo sentirse celosa. No, no le gustaba Elena, pero cada vez que pensaba en la posibilidad de que esta pudiera conocer a alguien se sentía mal.-
-Pero acaba todo ahí….en el colmo de la resaca, esta mañana…..- continuó Elena . Paula esta vez no rió. Se puso muy seria y sus ojos se abrieron como platos. Se llevó las manos a la boca como intentando sofocar un chillido que no hubiera salido de su garganta porque lo que escuchaba ahora la había dejado sin palabras. Elena se echó a llorar. Toda la emoción reprimida le afloró y se  desbordó. Paula no dudó en ponerse a su lado y abrazarla. Le repitió una y mil veces que todo iría bien, que las cosas pasan porque tienen que pasar y que debía mirarlo por el lado positivo. Acababa de quitarse la duda de si era lesbiana o no  y sus padres lo sabia también. No tendría que llevar una doble vida cuando empezase a salir con mujeres. Con lo guapa que era no tendría problemas en encontrar a alguna. Pensó en el tipo de chica que le pegaba a su amiga. De nuevo sintió celos y , aunque no lo mostró porque no era ni el momento ni adecuado, no le gustó la sensación. El resto de la comida se centró en el nuevo ligue de Paula. decidieron tomar café en alguna terraza cerca del museo y que les diese el aire.Pagaron la cuenta y caminaron un rato en silencio. De repente se miraron y se echaron a reír. Paula echó a correr . Elena la siguió.
- ¡La última paga la cuenta!

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iban cargadas de bolsas. Acompañar a Marta significaba literalmente convertirse en porteador de  bolsas. Si no fuera porque esos días de compras compulsivas se reducían a un par al año, parecería una adicta a las compras. Con tres hombres que odiaban ir de compras, Marta  hacía años que había dejado  de disfrutar del placer de ir una tarde de escaparates y compras con alguna amiga. Dado que las circunstancias de hoy habían sido favorables para ello, no quiso dejar pasar la oportunidad y arrastró a Irene con ella. Pero hasta ella se dio cuenta de que había comprado demasiadas cosas. Sus hormonas estaban demasiado revolucionadas desde que se había quedado embarazada. Su móvil sonó en su bolso pero no quería soltar las bolsas que tanto trabajo le había costado coger . Cuando el suyo  cesó , el de Irene empezó a sonar.
-Hola Jon…Sí….estoy con tu mujer….No, no hemos oído su móvil…- mintió guiñando un ojo a su amiga. - demasiado ruido en la calle. Yo es que lo llevo en modo vibración en el bolsillo y por eso ….si, te la paso. ….Sí, luego iré con ella a ver el piso, nos vemos allí. 
Puso el móvil en la oreja de su amiga y espero mientras esta hablaba con su marido. Quedaron directamente en el portal del piso que iban a ver. Eso le daría tiempo de ir a casa a dejar lo que había comprado , guardar lo que Ibán encontraría como compra totalmente injustificable a pesar de que nunca le había recriminado nada por ello. Después poco a poco Jon las iba encontrando como quien encuentra los huevos de Pascua y hacía algún comentario y nada más.
Mientras esperaba a que Marta guardase bien las compras no justificables, fue a la cocina a por algo de beber. Su móvil volvió a sonar. Marta le gritó desde su dormitorio que si era Jon le dijera que en cinco minutos se ponían de camino y que llegarían puntuales. 

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- ¡ Dios qué tarde es!. Tenemos que irnos. antes de ir a enseñar el piso debo pasar por la oficina a por unos papeles  y las llaves. - cogió su bolso y tiró de su amiga . Elena bebió lo que le quedaba y la siguió. La oficina de la inmobiliaria estaba cerca, de ahí al piso tardarían unos diez minutos andando de modo que llegarían antes de la hora. Caminaron a paso ligero pero sin parar de hablar. Acordaron que Elena debía volver a aquel bar e intentar hablar con la mujer del día anterior, aunque después de lo que había hecho la noche anterior no querría saber nada más de ella. Según Paula tenían que buscar a alguien que las acompañase. Ellas dos solas parecerían una pareja y no querían eso. Elena bromeó diciendo que igual la que ligaba era su amiga y no ella . Paula fingió que se horrorizaba y las dos rieron. Llegaron al punto de encuentro pero los clientes no habían llegado aún.  Sugirió tomarse algo en el bar que estaba a unos metros. No le apetecía esperar a pie de portal. Desde allí vería sin problemas  cuando llegasen lo clientes.

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- ¿ Cómo vamos de tiempo? 
- Tarde,...o en  hora, si caminamos un poco más rápido. - contestó Irene después de mirar la hora en su reloj.
- Pues aceleremos el paso. No quiero llegar tarde hoy. Ya sabes que Jon es siempre puntual y hoy también quiero serlo yo.- cogió a su amiga por el brazo y caminaron juntas a paso ligero. 
Marta estaba radiante, el embarazo le sentaba muy bien ; y había pasado un divertido día de chicas con una de las personas que más quería después de su familia. Se conocían desde la universidad. Enseguida congeniaron. Eran un tándem perfecto, Marta era la loca espontaneidad e Irene la sensatez y la calma, La una suplía  las carencias de la otra en todos los sentidos. Irene era una alumna brillante y su expediente en la carrera fue igualmente excepcional. A Marta le costaba más, no porque no fuera inteligente, que sí lo era, pero la fiesta le gustaba demasiado ,y siempre estaba dispuesta a cerrar el libro si alguien aparecía con una propuesta interesante. Irene estudiaba y facilitaba el trabajo a Marta poniéndola al día siempre . Marta sacaba a Irene de su enclaustramiento social . Irene evitó que Marta desviase su atención en la universidad, y Marta que Irene se convirtiese en un ser solitario en su afán de ser una alumna ejemplar. incluso al preparar los casos , una vez terminada la carrera , formaban un tándem perfecto. Con los años y la vida ambas habían cambiado , aunque su amistad permaneció inquebrantable ,siempre creyeron que la de la vida estable iba a ser Irene. Todo iba en ese sentido hasta que Marta conoció a Jon , de quien se enamoró perdidamente y quien obró la transformación en Marta. Llevaban quince años juntos , habían formado una preciosa familia y cada día estaban más enamorados. Marta hablaba sin parar mientras caminaban. Irene sintió enviada sana y recordó con tristeza que ella también tenía eso hasta aquel fatídico accidente . Lo que tuvo con Laura fue mágico, nunca discutían, con ella todo era fácil , siempre intentaba ver el lado positivo de las cosas, la hacía reír hasta cuando no hacía nada, llevó calma a su vida aunque tenía era hiperactiva y siempre estaba haciendo algo, aprendiendo algo. Despertarse a su lado por la mañana era abrir los ojos y tenerla esperando pacientemente  para darle un beso de buenos días. La noche anterior, con Elena, muchas cosas se habían removido dentro de ella. Sintió que esta siendo infiel. Nunca había tenido esa sensación con cualquier otra mujer que hubiera conocido antes. Fue Elena la que salió huyendo, pero quizás también podría haberlo hecho ella . Y ahora lo que deseaba era verla de nuevo. No se lo había querido confesar a Marta , pero aquella noche no había podido dormir porque pensar en aquella mujer que apenas conocía era como enterrar definitivamente a Laura y eso le producía pánico. ¿ y si no fuera capaz de volver a sentir nunca mas todo aquello ? Manteniendo el recuerdo de Laura vivo dentro de ella podía mantener el sentimiento de la felicidad. Pero los recuerdos son sólo eso, recuerdos, y la realidad no era esa. Mantener el recuerdo de lo que fue le impedía poder volver a tener lo que tuvo, pero con otra persona,  a quien podría amar también . Asimilarlo le resultaba duro, pero una vez más Marta tuvo razón, siempre hay alguien que nos hace abrir los ojos, cuando la persona adecuada llega no podemos hacer nada por impedirlo porque superará cada obstáculo que le pongamos.
-No veo a Jon en la puerta. No veo a nadie. No me puedo creer que vayamos a ser las primeras en llegar.
- ¡umm. Vaya par de mujeres guapas!- dijo una  voz por detrás de ellas. Era iban. Se abrió paso entre las dos mujeres. Las abrazó  y besó. Las dos amigas, cómplices en el secreto que Iban descubriría aquella noche, se miraron y rieron.- Cada vez que reís así me dais miedo. -Ellas rieron , él se limitó a encogerse de hombros y guiñar el ojo a su mujer.  El móvil de Irene comenzó a sonar, lo sacó del bolso y vio que quien llamaba era su madre.
- Adelantaos, ahora enseguida voy, a ver que quiere mi madre.

Paula vio que  la pareja a quienes  iba a enseñar el piso se acercaban y avisó a Elena, que estaba de espaldas. El camarero seguía sin aparecer para cobrarles la consumición . Elena se levantó y dijo que ya iba a pagar ella mientras Paula iba al encuentro de los clientes. 

( siento el retraso en publicar este capitulo. Digamos que el día que tocaba publicar este volví a nacer en sentido literal. Afortunadamente para mi había un centro médico cerca  y gracias a la rapidez del médico todo ha quedado en un susto,  que me va a durar una temporada pero que pasará. A veces pensamos que ciertas cosas sólo pasan en las películas o a los demás pero un día te toca a ti . los nuevos episodios los publicaré el 26 y el 30 de noviembre)


lunes, 16 de noviembre de 2015

Elena e Irene (4)

Irene levantó la cabeza de los papeles al oír el sonido de unos nudillos golpear suavemente en la puerta de su despacho . La puerta se abrió casi inmediatamente y la cabeza de Marta se coló por el espacio abierto.
-¿ Ocupada?-preguntó sin entrar.
-Tomando unas notas para que no se me olvide nada para mañana - respondió Irene dejando el bolígrafo sobre el papel.- Pasa.
-¿ Qué tal ha ido la mañana? 
-Bien, en los dos casos hemos llegado a un acuerdo así que no habrá que  ir a juicio - informó  a su socia.
-Genial. Es hora de comer y hoy no tengo ni marido ni niños, así que me voy a comer por ahí, ¿ te vienes? Así no tendré que entretenerme con las conversaciones de los de la mesa de al lado, que suelen ser bastante aburridas. - Irene aceptó porque ella también iba a comer sola ese día. Solía ir a comer a casa  de sus padres que vivían cerca de la oficina  , así de paso les veía . Pero´su madre le había llamado a media mañana para informarle de que  su tía se había puesto mala  y se iba a cuidarla. Su padre estaba de viaje con amigos , de visita a una bodega en La Rioja así que tampoco estaría. Llamaría a su madre de camino al restaurante para ver qué tal iba la enferma. Su tía siempre había sido muy hipocondríaca y exagerada . Desde que su marido falleció aún más.  Pero ella la quería mucho. Había pasado muchos ratos felices en su casa cuando era pequeña ,jugando con sus primos. Su madre nunca quiso tener hijos, si la tuvo a ella fue porque su padre quería tener hijos y ambos cedieron , su madre en tener uno sólo y su padre en conformarse con sólo uno. Su tía había tenido cinco, y ella se había criado con ellos como una hermana más. Pidió a Marta diez minutos para escribir las últimas notas , recogió su mesa porque era incapaz de dejar algo desordenado , cogió su bolso y salió. Marta la esperaba ya en la puerta . Fueron a comer a La Granja, que no estaba muy lejos de la oficina porque ya era tarde . la comida estaba buena y eran rápidos sirviendo , algo fundamental para el hambre que tenían ambas. Durante la comida Marta no mencionó nada sobre el tema de la mañana . Irene lo agradeció. Hablaron de Marta y su futuro bebé. Ya tenían tres hijos, todos chicos , pero tanto ella como su marido deseaban una niña,  y decidieron hacer el último intento, fuera niño o niña se plantarían con cuatro. Marta le daría la buena noticia a Jon durante la cena, esa noche estaban solos, su madre había invitado a todos los nietos a su casa a pasar unos días ahora que empezaban las vacaciones. Le dijo que querían cambiarse de casa también.Ya habían empezado a mirar casas, querían una más grande. Ya cuando nació Nacho se lo plantearon, pero  el precio de los pisos era demasiado elevado por la burbuja inmobiliaria, y lo descartaron; ahora que eran más razonables,y venía un nuevo bebé en camino, era el  momento idóneo . Habían visto varias pero  los dos estaban enamorados de los pisos de la Plaza Euskadi y encontraron uno duplex que les encantó. Esa tarde irían a verlo de nuevo y a negociar con el propietario. Si llegaban a un acuerdo , cerrarían la compra ese mismo día y tendrían dos cosas que celebrar esa noche . Irene escuchó a su amiga con envidia. Lo único que ella tendría esa noche en casa seria todo el sofá y toda la cama para ella además de una cena fría porque no le apetecía mucho cocinar por las noches . 

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Las obras de reforma iban perfectas, en una semana estaría todo acabado y  esperaba que, aproximadamente en otra,  ya podría hacer vida normal en su casa . Sus padres la mimaban tanto que la hacían sentirse como una adolescente y eso la angustiaba, necesitaba su intimidad desesperadamente. Cerró la puerta con llave y decidió bajar a pie los tres pisos en lugar de coger el ascensor. Con la mudanza a casa de sus padres había dejado de hacer deporte.  El gym le pillaba a desmano y le daba pereza. Afortunadamente ,Paula estaba de vuelta de su viaje de y  esa semana podrían ya empezar a jugar a pádel, con el embarazo simultáneo de dos amigas sólo eran cuatro y muchas semanas tenían que cancelar los partidos porque faltaba alguna. Un mensaje de whatsapp emergió en la pantalla de bloqueo de su iphone. Era de Paula. Seguramente llegaba tarde, como siempre. Pero no. Esta vez la avisaba de que ya había llegado y que si subía o bajaba ella. Como ya estaba a punto de salir decidió no contestar. Se dieron besos y abrazos al encontrarse como si no se hubieran visto en siglos y no hacía ni veinticuatro horas que habían estado juntas de compras para el verano en la isla. Paula cogió a Elena del brazo y tiró de ella para que empezase a caminar.
-¿ Qué es eso tan fuerte que me tienes que contar pero no podía ser por teléfono?-le soltó sin rodeos. Elena miro a su amiga y le dijo que en cuanto estuviesen sentadas a la mesa del restaurante se lo contaría todo. Paula asintió . 
-¿ Dónde te apetece ir hoy a comer?- las dos eran buenas gourmets y solían ir una vez al mes a comer a algún  buen restaurante, así que cuando su amiga le dijo que a algún sitio donde la ración fuera generosa, Elena no tuvo duda alguna, su amiga tenía una cita esa noche y quería comer bien al mediodía porque no comería mucho en la cena. Según ella, una mujer puede conquistar a un hombre por el estómago ,  pero que en la primera cita un hombre vea que una mujer come mucho le espantará; pensará en cómo estará cuando tenga unos años más si sigue comiendo a ese ritmo. Las teorías de Paula encantaban a Elena porque en su mayoría eran absurdas, pero muy divertidas. Era su cómplice en cada loca aventura y a menudo, sus amigos acababan superados cuando ambas estaban juntas, aunque reconocían que las reuniones sin ellas no eran lo mismo. Decidieron ir a un restaurante donde ponían comida casera en Moyua ,  raciones  más que generosas y el precio realmente bueno. Paula también tenía cosas que contar a su amiga. Elena tenía poca paciencia cuando había algún cotilleo e intentó sonsacar a Paula de camino al restaurante, pero no tuvo éxito.
Mientras esperaban la comida contestó a una llamada del trabajo . Paula aprovechó para coger también su móvil y hablar con alguien por whatsapp. Viendo la expresión risueña de su cara y el interés con que leía y tecleaba no podía sino ser el Señor Enigma, aunque luego pensó que no le gustaba ese mote porque le recordaba a la máquina de codificar mensajes, y pensó en otro mejor. Eso la hizo despistarse de la conversación telefónica, que era importante a pesar de que estaba de vacaciones y , supuestamente, cuando una está de vacaciones, no trabaja , por eso está de vacaciones, pero claro, su jefa no sabía lo que eso significaba ya que era una adicta al trabajo. Aún seguían todos riendo en la oficina por lo que había sucedido durante las de Semana Santa, que su marido le había obligado a tomarse para celebrar su veinticinco aniversario de casados. Le había quitado el móvil y el ordenador al salir de casa para que no se pusiera a trabajar durante esos días, pero ella debía sospechar que su marido iba a hacer eso así que escondió un móvil de prepago en su maleta.  Cuando la llamó, su voz sonaba a la de una delincuente que está pendiente de que no la pille la policía, apresurada y a ratos incomprensible por la velocidad al hablar y el ruido de la respiración. Le dijo que se le habían ocurrido varias ideas para el proyecto , que las había escrito en papel higiénico y que se las mandaba en cuanto colgasen, que las pasase a limpio y se las diera a las personas a quienes correspondía y se pusiesen a trabajar en ello. Lo quería listo para su vuelta.La volvería a llamar al día siguiente para que le informase de lo acontecido ese día. Pero su adicción al trabajo era directamente proporcional a su capacidad para olvidar dónde había dejado las cosas, así que perdió el móvil, y no volvió a llamar a la oficina durante esas vacaciones. Bueno, realmente no lo perdió, lo dejó a la vista de su marido y éste se lo quitó sin decirle nada. El día que regresaban lo puso en la maleta de su mujer , por su puesto sin que ella lo supiese , junto con una nota : “ gracias amor por estas maravillosas vacaciones para nosotros dos, sin niños, sin trabajo y sin móvil. yo también te quiero “.
-En resumen, - dijo la voz al otro lado del teléfono,- que pienses en todo lo que te he dicho para que me des tu informe el día que te reincorpores al trabajo. ¡ ahhh! y te necesito el jueves para cubrir la crónica de Isabel , tiene médico y sólo tú puedes cubrirla. Elena protestó en vano,Su jefa sabía que estaba en Bilbao y que no se había ido de vacaciones a ningún sitio porque siempre lo hacia en septiembre. La negociación dio a su favor un día libre pero quería que su jefa formalizase el acuerdo según el procedimiento de la empresa ese día libre extra antes del jueves o no cubriría a su compañera. Tenerlo por escrito era la única forma de poder cogerlo más adelante. Terminada la llamada limpió la pantalla del iphone contra su camiseta y lo puso sobre la mesa, con la pantalla hacía abajo, El camarero traía sus primeros platos. Le indicó a quien correspondía cada plato y le pidió una botella de agua fría. Paula seguía fija en su móvil, sin hacerla caso. Decidió esperar unos minutos a que acabase sin decirle nada ya que ella también había estado hablando pero tenía hambre y quería empezar a comer ahora que la comida estaba caliente. Avisó a su amiga de que empezaba su plato mientras ella acababa su conversacíón. Paula asintió con la cabeza sin ni siquiera mirarla ni parar de wasapear y farfulló un  “ deja que me despida y ya te hago caso”.

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-Estoy llena, -dijo poniendo la mano sobre su estómago- creo que hoy me voy a echar una siesta cuando llegue a casa.
-Yo también. No me extraña que Lucía siempre tenga el restaurante lleno, sus raciones son enormes y el precio es menor que en cualquier sitio cercano. Además de que esa mujer tiene una mano mágica para la cocina. Creo que al bebé también le ha gustado la comida de hoy,- y al decirlo sonrió . - ¿ tienes algo que hacer esta tarde?
-No, echarme una siesta  y vaguear. Estoy cansada .-miró a su amiga esperando una frase sobre la razón de ese sueño, pero tampoco  ahora Marta dijo nada. Irene estaba sorprendida por el silencio de su amiga, pero , de nuevo, volvió a agradecer que no dijese nada. - tú te ibas ahora de compras , ¿no?
-Ahora te digo, espera.- Marta por fin encontró el móvil en su maxi bolso siempre repleto de las más insospechadas cosas que ella decía necesitar llevar , lo miró y sacudió la cabeza en señal de disgusto- La agente inmobiliaria había quedado en llamarme esta mañana para concertar la hora de la visita de esta tarde, pero no lo ha hecho así que le voy a llamar porque tengo que avisar luego yo a Jon  - mientras se lo contaba buscó el número y dio a llamada.- ¿ Paula ? . Hola , soy Marta, habíamos quedado en que me llamabas para ver el piso de la Plaza Euskadi esta tarde….
Mientras su amiga hablaba con la agente inmobiliaria Irene comprobó  su móvil. Su madre no la había llamado así que todo estaría controlado con su tía . Había decidido quedarse con ella a pasar la noche así que iría a recogerla al día siguiente y de paso ver a su tía . Había conseguido no pensar en Elena durante la mañana gracias a que había tenido suficiente carga de trabajo para mantenerla ocupada , y las novedades en la vida de su socia también habían conseguido distraerla durante la comida. Pero que en algún momento Elena volviese a su mente era inevitable y acababa de pensar. ¿Cómo podría volver a encontrarla? Quizás nunca volviese a aquel bar después de irse así la noche anterior. Quizás ni siquiera vivía ahí y por eso había escogido ir a un bar de mujeres aquella noche. Mil dudas empezaron a invadir su mente.
-¡Ya está!. Esta tarde a las 7 visitamos de nuevo el piso . Oye, ¿ por qué no te vienes y lo ves con nosotros? Así nos das tu opinión. Si no estás muy cansada.-y esto si lo  dijo con todo divertido- me acompañas de compras y me aconsejas sobre la ropa , nos tomamos luego algo mientras esperamos a Jony te vienes con nosotros a ver el piso. Dí que sí, por fa……- quién iba a poder decir que no a ese encanto de mujer, pensó Irene, que sonrió a su amiga y le preguntó por dónde empezaban las compras.


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jueves, 12 de noviembre de 2015

Elena e Irene (3)

( ELENA)

Un ruido la  despertó. Alguien se movía a su alrededor. Intentó abrir los ojos , pero la claridad del día la cegó.
-Que alguien apague la luz- exclamó
-Está apagada. Te he subido la persiana para entre entre la luz del día. Son las 12 del mediodía, hace un día precioso ahí fuera y ya es hora de que te levantes.-dijo una voz cerca de ella.
-Mamá, no chilles por favor. -Puso la almohada sobre su cabeza en un intento de amortiguar la intensidad de la luz y del sonido de la voz de su madre, que si ya tenía normalmente un tono alto, esta mañana le parecía como una orquesta tocando en su cabeza.
-No chillo. Resaca, ¿eh?- su madre se lo estaba pasando en grande y ella se sentía como una adolescente a quien su madre ha pillado después de su primera borrachera, aunque realmente no era así. Apenas bebía porque con dos cervezas ya se emborrachaba y anoche , con los nervios bebió ya antes de salir de casa para tener, justamente,el valor para salir de casa. Odiaba esa sensación . 
-¡ Mamá, por favor!. No hagas que me arrepienta  de haber decidido venir a vuestra casa mientras hago la reforma en la mía, Sara aún sigue teniendo una habitación vacía y puedo irme a su casa.
-¿ Amenazando a tu madre como cuando eras una adolescente desgarbada ?¿ Dónde vas a estar tú mejor que en casa de tus padres?- continuó aún más divertida su madre.-Bueno, cuéntame, ¿ qué tal fue la noche? , ¿ conseguiste tu propósito?- Elena giró su cuerpo y se puso boca abajo, esperaba que su madre la dejase en paz .
-Mamá, esas cosas no las pregunta una madre y tampoco se le cuentan a una madre- le espetó , algo enfadada.
-A una madre,quizás, no, a tu madre , que soy yo, sí. - su tono sonó serio, pero Elena continuó boca abajo  inmóvil-  Notó como su madre se sentaba en la cama a su lado- ¿ Vamos a hablar algún día del tema o vas a seguir escondiendo la cabeza como los avestruces?-Elena se despertó por completo. No sabía  a qué se refería su madre, pero fuera lo que fuera, era serio sin lugar a dudas. Retiró la almohada de su cabeza  y se giró para estar de frente a su madre.
-¿ Qué tema? ¿ De qué hablas mamá?-empezó a asustarse al ver el rostro serio de du madre.
-Querida hija. Sabes que tu padre y yo te queremos aunque nos hayas salido un tanto rarita.- Elena protestó , no le hacía mucha gracia que su propia madre le dijera que era rarita aunque era consciente de que forma de ser a veces hacia pensar eso a la gente- Pero, eres nuestra hija, y sea lo que sea , o pase lo que pase lo seguirás siendo-Elena empezó a ponerse nerviosa con las palabras de su madre. Podía ser porque estaba aún un tanto adormilada, porque tenía una enorme resaca , o la suma de ambas cosas, pero no entendía nada, y su mente aún no funcionaba a pleno rendimiento para ser capaz de ponerse a pensar porqués. Su madre continuó - Tu padre y yo hemos estado hablando y consideramos que ya tenemos edad para que nuestra hija nos diga claro algo que pensamos tenemos derecho a saber…
-¡Por Dios mamá! Me estás asustando, ¿ De qué me estás hablando?- grito Elena .
-Cariño, ¿ tú eres lesbiana?- Si había aún alguna parte de su cuerpo que no se hubiera despertado aún , lo hizo en ese momento, de golpe. Notó cómo el susto hacía que toda la sangre de su cuerpo se agolpase en su cabeza si tenia en cuenta el calor que sentía en sus mejillas. Su corazón más que palpitar se le iba a salir del pecho. Su capacidad para pensar se bloqueó ,y fue incapaz de hablar. Claro que era lesbiana, la duda había quedado más que despejada la noche anterior cuando huyó de aquel bar sin decir adiós a Irene porque sabía que, si ésta la acompañaba podía pasar algo más que un beso, y ella necesitaba tiempo para procesar todo lo que había sentido al hablar con ella, al besarla, al tenerla cerca, al mirarse . Necesitaba aceptar su realidad y también el hecho de que no podía dejar de pensar en Irene. Su madre seguía mirándola fijamente, esperando una respuesta, pero las palabras no salían de su boca, no podía articular palabra . Asintió con la cabeza. Su madre sonrió, le acarició la cara y fue ella quien habló…- Ya los sabíamos. Pero quería que tú me lo dijeras. Tu padre y yo lo hablamos hace tiempo. Hemos esperado durante mucho tiempo que tuvieras la confianza suficiente para decírnoslo. Pero el tiempo ha pasado y no lo has hecho.-Elena no sabia qué decir, qué hacer, estaba totalmente sorprendida por los acontecimientos. Su madre acarició su cara de nuevo , besándola después en la mejilla.- Lo único que queremos es que seas feliz, con una mujer si así lo sientes, que encuentres a alguien con quien serlo y, por supuesto, no esperemos a que seamos demasiado mayores para hacernos abuelos, queremos tener nietos siendo aún jóvenes.Nunca te avergüences de sentir como sientes, pero protégete porque la sociedad aún no está preparada para admitir vuestra opción sin reservas….Y ahora deja de remolonear en a cama , que hace un día precioso ahí fuera . Papá ha ido a donde Antonio a comprar la prensa. Ya sabes que sin prensa bajo el brazo no hay playa para él. Si te apetece venir con nosotros te esperamos. 
- No , hoy no iré. Pasaré mi primer día de vacaciones durmiendo y remoloneando . Luego pasaré por mi casa a ver qué tal van. - Después de lo acontecido en los últimos minutos no podía enfrentarse a un día de playa , o de lo que fuera , con sus padres. Había imaginado muchas formas diferentes en que se lo diría a sus padres, pero nunca que fuese a sí , que fuera su madre quien la sacase del armario y de aquella forma. Deseó que las obras de reforma ya estuvieran acabadas y pudiera regresar a su casa.Abrazó a su madre. - Te quiero , mamá.
- No te preocupes por papá. Cuando estemos en la playa ya le contaré nuestra charla y así tendrás tiempo para estar tranquila. El te quiere, eres su ojito derecho pero sabemos que mostrar afecto con gestos no es su fuerte….y tampoco el tuyo. Te pareces a él incluso en eso. -Elena no dio nada , pero su madre estaba totalmente equivocada. Si no había mostrado afecto durante muchos años había sido porque creía que si lo hacía, de alguna manera se iba a dar cuenta de que era lesbiana , y la idea de que su familia la rechazase por ello la aterraba.Ahora lo veía como una gran estupidez, pero durante años la había bloqueado para mostrar sus sentimientos de modo que nadie se diera cuenta de su opción sexual. ¡ Cuánto tiempo perdido!

lunes, 9 de noviembre de 2015

una de esas veces en que te apetece ser la protagonista de la historia que has imaginado




Hay canciones que te alegran el día, otras que te ponen triste. Están las que te recuerdan a alguien ,y hay otras que escuchas y no puedes evitar cerrar los ojos, dejarte llevar por el ritmo y que en tu mente vaya pasando una bonita historia como si la estuvieras viendo en una película, pero que nadie ha imaginado para tí, eres tú , tu mente y quizás las ganas de poder ser partícipe de esa escena …… aunque tengas que esperar para encontrar a la co-protagonista, pero valdrá la pena cuando pase.

Así que demos al Play,cerremos los ojos….la música empieza a sonar , suave y dulce , una música que es imposible no te haga desear bailar con ella, extender tu mano para que se acerque a ti, rodear su cintura y mirarla a los ojos en silencio mientras oyes esas primeras palabras  de la canción … apenas moverse del sitio , no hace falta, ¿ quién quiere otra cosa que no sea estar así? … y entonces empiezan los compases más rápidos, la sueltas y ahora sí  bailas, ríes , quieres que baile contigo , que ria contigo, que haga el tonto contigo.. justo hasta ese momento en que al final suena de nuevo el estribillo , todo se vuelve más lento y quieres estar justo en el mismo punto en que empezaste la canción , con ella pegada a ti, con la temperatura de tu cuerpo subiendo, con un nudo en el estómago , otro en la garganta, con la piel sensible al contacto de su cuerpo y con unas ganas inmensas de que decida besarte de una vez para que luego no te diga que siempre eres tú quien empieza….


pd: tela con el video, no lo había visto hasta decidir hacer un post sobre la canción que llevo escuchando repetitivamente  estos días en el iphone. no suelo ver los vídeos de las canciones que escucho..


domingo, 8 de noviembre de 2015

Elena e Irene ( 2)

Elena e Irene : Somos novias ( capítulo 2)

( Irene)

El día no había comenzado muy bien para Irene. Había dormido poco , un par de horas como mucho, y la cabeza le estallaba esa mañana en el trabajo.  De todos los días para tener dolor de cabeza ese no era el mejor, tenía mucho trabajo y la visita de dos clientes importantes .Debía estar en plena forma psíquica y mental aquella mañana. Sus ojos tenían unas marcadas ojeras que ni una gran cantidad de maquillaje sobre ellas habían podido  disimular, así que se había puesto gafas de ver e incluso se pintado los labios para intentar disimularlas de otra manera, haciendo que si mirasen algo de su cara no fueran sus ojos. Afortunadamente hoy no tenía ningún juicio y había podido desayunar en casa tranquilamente ,un café gigante y bien cargado, pero necesitaba otro antes de ponerse a trabajar . El efecto del primero parecía haberse diluido en su cuerpo durante el trayecto a la oficina. Fue a su despacho, dejo la americana, su maletín y la bolsa con ropa de repuesto por si se manchaba. Le gustaba tener ropa para poder cambiarse en la oficina, nunca se sabía qué podía pasar y sus días eran muy largos. Un par de días atrás, el impertinente hijo de un cliente le había derramado un zumo en el traje y tuvo  que cambiarse de ropa porque después tenía una reunión con otro cliente, así que  hoy había traído ropa limpia para cuando pasase otro imprevisto. Se dirigió al office a prepararse un café y comer algo,  aunque había desayunado, volvía a tener hambre . Se estaba preparando el café cuando Marta entró en la salita. Ella siempre desayunaba allí, según decía ,prefería desayunar tranquila en la oficina que deprisa y estresada en casa antes de llevar a los gemelos al colegio. No era típico de Irene desayunar en la oficina, lo solía hacer en raras ocasiones, y casi siempre porque no había pasado por su casa antes de ir a trabajar, así que Irene vio el gesto divertido en la cara de su amiga y socia , un gesto que significaba que Marta la sometería a un interrogatorio en tercer grado aquella mañana.
-Ayer no te vimos….¿ algo o alguien te mantuvo ocupada?- Marta tenía muchas cualidades pero ser discreta o suave al preguntar las cosas no era una de las que estaban en la lista.
-No, me  dolía mucho la cabeza y me quedé en casa- contestó aunque inmediatamente añadió - He pasado mala noche y he dormido poco, quizás esté cogiendo algún virus- añadió intentando explicar el motivo de sus ojeras.
-Irene, que soy yo, Marta.  Que te conozco desde hace muchos años y ya casi hasta mejor que la madre que te parió….- Irene continuó la frase intentando parar a su amiga.
-Sí,y hemos vivido muchas cosas juntas y lees mi cara como un libro abierto- añadió con esa cantinela de quien se sabe ya de memoria la lección y la repite con ese tono monótono y aburrido de horas trabajando sobre lo mismo.   
-Vamos , que no quieres hablar del tema- sentenció Marta removiendo por enésima vez la cucharilla dentro de su taza de café, imposible ya que quedase un grano de azúcar sin deshacer, pero con la vista fija en Irene, quien conocía también muy bien a su amiga y sabía que esta no se iba a dar por vencida tan fácilmente. Esa actitud había hecho que en muchas ocasiones en las que Irene  había tirado la toalla  en alguna historia amorosa  principalmente, aunque también en temas personales no sentimentales, Marta no lo hiciera, y gracias a su empujón Irene pudo, por ejemplo, sacar el valor de hablarle , o al menos intentarlo , a Laura en aquella fiesta de navidad varios años atrás,  ya que los nervios la traicionaron y habló tan deprisa que Laura no entendió nada y se echó a reír ,  entonces Irene paró su parloteo y la vergüenza hizo que se marchase de la fiesta. Marta la interceptó al intentar salir ,y la retuvo el suficiente tiempo para que Laura calmase su risa y la alcanzase, se presentó y le dijo que ella tenía más suerte porque sólo se ponía nerviosa con las mujeres que no le gustaban intentando buscar el modo de irse, y que con ella no le había pasado. Irene, con los nervios no entendió que Laura le acababa de decir que le gustaba y mientras ésta esperaba que Irene reaccionase, Marta le dio un codazo y le espetó un “ hija mía, que te acaba de decir que le gustas, ¡ di algo, no te quedes muda ahora!”. Laura volvió a reír, Irene rió y Marta decidió que era mejor desaparecer y dejar que riesen juntas. Y lo hicieron durante ocho años, Laura fue su gran amor y su vida fue inmensamente feliz a su lado. Pero , ¿ por qué tuvo que coger el coche aquel día, ella que odiaba conducir? ¿ por qué viajar ese día en lugar de esperar un día hasta que la huelga de controladores aéreos acabase  y todos los vuelos saliesen con normalidad? Nunca tendría la respuesta. Sólo una realidad , un conductor borracho que perdió el control de su coche embistiendo el coche de Laura por detrás , haciendo que Laura perdiera el control y chocase contra los bloques de cemento de la mediana , muriendo casi en el acto . No sólo Laura murió aquel día sino también su capacidad para volver a amar a alguien con tanta intensidad.  A pesar de que había intentado rehacer su vida pasado el duelo y el tiempo, nadie era como Laura. Irene la buscaba en cada mujer que conocía  pero nadie había conseguido remover su alma como lo había hecho Laura y, finalmente, acabó por desistir . Se había conformado  con tener aventuras varias  que colmasen su necesidad de un sucedáneo de amor y sexo durante algún tiempo y después, adiós. No pidió a ninguna que viviese con ella ni quiso irse a vivir con ninguna, en cuanto llegaba el momento de dar el paso, o se lo pedían , la relación acababa . Pero ayer, anoche, Elena….
-Bueno , ¿ qué ? ¿ me lo cuentas ya y nos ponemos a trabajar? - le increpó Marta sacándola de su ensimismamiento. 
-Mejor no.- dijo Irene esperando que su amiga no insistiese .
-Irene…..
-Marta, déjalo , de verdad…- Pero Marta no lo dejó , insistió e Irene empezó a contarle con desgana lo que le había pasado la noche anterior.Marta guardó silencio y no la interrumpió , lo cual significaba que la respuesta de Marta iba a ser sincera, realista y no le iba a gustar oírla.
-Esta vez  te has superado querida amiga. - dijo, y calló.
-¿Sólo vas a decir eso?- Irene estaba sorprendida con la reacción de Marta, que continuaba callada. - Dime lo que piensas. Lo que harías . Dime algo y no me mires así. 
-¿ Realmente quieres saber lo que pienso?. Pues te lo voy a decir- Irene se dio cuenta inmediatamente de que lo que iba a escuchar no iba a gustarle nada de nada, pero había sido ella quien había rogado a su amiga finalmente que dijese algo, ahora tendría que soportar lo que Marta le dijera, sin poder pararla una vez que empezase a hablar. - Pienso que no te reconozco. Que  Laura murió y debes aceptarlo ,pasar página. Han  pasado suficientes años para que sigas sufriendo por ello como si acabase de pasar, no tienes que olvidarla, pero sí cerrar esa etapa, dejar de poner pegas a todas las mujeres que pasan por tu vida. De acuerdo en que alguna que otra mejor no recordarlas porque resultaron estar locas de psiquiátrico  y alguna otra mentirosa compulsiva, o que salieses huyendo cuando aquella de Murcia te pidió matrimonio a la semana de conoceros…Pero que dejases escapar a Patricia es algo que aún no te hemos perdonado ninguno de tus amigos, porque también la perdimos nosotros cuando rompiste con ella y nos encantaba.-Marta paró de hablar, miró a Irene, cogió la taza que un par de minutos antes había puesto sobre la mesa, antes de empezar a hablar, puesto que , como gesticulaba tanto al hablar, cuando hablaba con algo en la mano que contuviese líquido dentro, solía acabar derramándolo y manchándose ella y a quien estuviera cerca. Al verla beber y no decir nada más Irene pensó que , después de todo la bronca había sido leve comparado con lo que solía ser Marta; pero, cuando vio que volvía a poner la taza sobre la mesa y la soltaba, supo que la charla aún no había finalizado. - Y ahora…¿ me puedes explicar , para que yo lo entienda fácilmente, cómo pudiste dejar que la primera tía que te interesa en dos años se te escape así? -Marta no se caracterizaba por su suavidad al hablar cuando estaba enfadada-…  Tan lista en el pasado para no dejar escapar  a mujeres de las que te interesaban poco más que para echar un polvo con ellas  y tan poco  lista para hacerlo con una tía que te ha puesto a …
-¡Para! - cortó Elena- No digas la barbaridad que ibas a soltar. Puso sus manos sobre la boca de su amiga , que la miró y asintió con la cabeza indicando que no la diría. Irene quitó despacio las manos .
-¿Me lo explicas?-dijo Marta suavemente.
-Ya te lo he explicado, volví a por la chaqueta y al salir había desaparecido. 
-Pues ya sabes lo que tienes que hacer - continuó Marta.
-¿ Qué?-realmente ya sabía lo único que podía hacer para volver a ver a Elena, pero no quiso demostrar interés ni empeño en ello.
-Plantar tu trasero en ese garito todo lo que haga falta hasta que la vuelvas a ver.
-No pienso hacer eso-mintió Irene puesto que ya hacía horas que había decidido hacer lo que estaba negando- Además, ¿se te ha ocurrido pensar que igual no vuelve nunca más a ese bar o que quizás ni siguiera sea de aquí y por eso se haya atrevido a ir y hacer lo que hizo?-no se había planteado esas posibilidades antes ,y al decírselas a su amiga ,pretendiendo desinterés, una gran tristeza empezó a apoderarse de ella así que decidió que ya era hora de acabar con aquella conversación matutina.- Bueno, ¿ qué te parece si dejamos mi mísera vida sexual para otro momento ,nos ponemos a trabajar para dar buen ejemplo a nuestros trabajadores y de paso ganar dinero?- Marta la miró fijamente y asintió con la cabeza 
-¿ De verdad que no se te ocurrió pedirle su número de teléfono con cualquier excusa tonta?- dijo Marta suavemente esta vez.
-¡Claro que se me ocurrió! Lo iba a hacer al despedirme de ella-confesó Irene.
-Y por qué no lo hiciste antes…
-¡Porque no se le pide su número de teléfono a alguien simplemente porque se te ha caído algo al suelo y esa persona te lo ha dado!-exclamó Irene.
-Tienes razón. Lo reconozco . Tengo tantas ganas de verte feliz de nuevo…De recuperar a la Irene que conocí…La muerte de Laura fue terrible, pero ya ha pasado tiempo y debes cerrar ese luto. No tienes que olvidarla. Ninguno lo haremos porque era una mujer maravillosa. Pero la vida sigue y debes dejar que alguien igual de maravillosa entre en tu corazón y en tu vida-Marta cogió suavemente entre sus manos la cara de su amiga. - No soporto verte triste cada día .
-Sabes que lo intento, pero nadie es como ella.
-Es que nadie debe ser como ella. No puedes buscar una sustituta. Tienes que enamorarte de alguien que sea ella misma, quien quiera que sea y como sea su físico o su personalidad. Tu cara de hoy me dice que ayer conociste a alguien que despertó algo en tí que ninguna lo ha hecho hasta ahora.- Las manos de Marta sujetaban firmes la cara de Irene obligándola a mirarla a los ojos aunque no quisiera.
-Intentaré encontrarla. Es lo máximo que te puedo prometer ahora mismo- dijo Irene con la mirada baja, deseando poner fin a la conversación mientras sentía como si alguien estuviera apretando su cabeza por las sienes y quisiera prensarla. Marta la abrazó suavemente, la besó en la mejilla y le susurró al oído:
-Estoy embarazada de nuevo . Eres la primera en saberlo . Ni Jon lo sabe aún y habíamos decidido que tú serías la madrina, pero sólo lo serás si encuentras a esa mujer .- Irene se separó de su amiga para darle la enhorabuena mirándola cara a cara y después las dos estallaron en risas, abrazos y besos durante unos minutos.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Elena e Irene....

Como tuve un mes de octubre bastante complicado y no con mucho tiempo para escribir , lo que sí hice fue volver sobre lo ya escrito y corregir algunas cosas, además de avanzar con la escritura de la historia. He decidido borrar las entradas anteriores y publicar todo desde el principio con las correcciones. También fijar unos días para subir las actualizaciones de la historia. Así que dicho esto , las fechas de actualización de la historia serán el 4-8-12-16-20-24 y 28 de Noviembre.
Gracias a todas por vuestra paciencia.

( twitter: @annaripley15)



Elena e Irene : capitulo 1 : el encuentro


Se quitó las gafas y frotó sus ojos con a mano derecha. Estaba cansada. Su mente ya no daba para más esa tarde.La semana había sido muy intensa. Demasiado intensa. Quería haber terminado el trabajo pero le gustase o no, debía rendirse a la evidencia de que estaba agotada y no iba a poder hacerlo. Se levantó y fue al comedor a por su  teléfono móvil. Cuando necesitaba concentrarse lo dejaba en otra habitación para no distraerse. Había recibido unos cuantos mails de trabajo a los que no pensaba contestar. Nunca lo hacía fuera del horario laboral.Era una norma que se había impuesto hace unos años cuando su vida personal se convirtió en inexistente absorbida por la profesional  que raramente infringía. Su vida personal era tan importante para ella como la de sus clientes. Fue a la cocina, necesitaba tomarse un café, ademas allí tenia su teléfono personal , lo había dejado cargando. Sus amigos habían tenido una tarde entretenida. Cientos de whatsapps  que no le apetecía leer en  ese momento, así que hizo una lectura rápida y vio que habían quedado para cenar y tomar después unas copas y que las más que agradables temperaturas nocturnas de los últimos días invitaban a ello.Le encantaban esas reuniones de amigos, se conocían desde la universidad ,aunque el grupo se había ido ampliando a lo largo de los años con las parejas de todos ellos o con compañeros  de trabajo que se habían unido un  día ,y ya se habían quedado. A veces eran tantos que costaba encontrar un sitio donde poder estar todos, pero era bonito. La verdad es que le apetecía mucho salir y despejarse y sabía que se lo pasaría bien, pero también sabía que cuando el grupo de salida estaba formado por ciertas personas, la cena se convertiría en fiesta posterior y acabaría en casa bien entrada la mañana y hoy estaba demasiado cansada para ello. Habían  tomado  como norma para no saturar el whatsapp que sólo los que acudirían respondería a la llamada así que leyó pero no contestó.
Se dirigió al dormitorio para ponerse ropa de casa pero la idea de salir a que su cabeza se despejase volvió así que se dio una ducha rápida , se puso algo cómodo, unos vaqueros, una sencilla camisa blanca y unas zapatillas de deporte, tan de moda ese año,  y salió de casa esperando no tardar mucho en volver. No tenía decidido dónde ir, quizás un paseo y a casa, pero mientras caminaba cambió de opinión y decidió ir a un bar de ambiente. Era pronto así que tendría suerte si  había alguien el local, pero bueno, tampoco le importaba mucho, no iba más que a tomar una copa y a casa, nada de ligar esa noche, estaba demasiado cansada para irse a casa de alguien o que alguien fuese a su casa y tener que despedirla por la mañana . La noche estaba fantástica, la temperatura era idea para estar sentada en alguna terraza. Mañana propondría eso  a sus amigos. Si no recordaba mal , Iker y Nagore volvían a casa a pasar las vacaciones y habría mucho que contar .
Llegó al local de ambiente, tal y como había imaginado  no había nadie. dudó sin entrar o no. Recordó que su intención para esa noche no iba más allá de tomarse una copa y volver a casa, y que siempre alguien tenía que ser la primera y hoy sería ella. Empujó la puerta y entró. La camarera estaba en una esquina de la barra, móvil en mano y sonrisa en la cara que cambió a gesto serio al verla entrar ; sin  duda alguna chateaba con algún ligue o con su novia y le acababa de fastidiar el momento romántico. Irene se acercó a la barra y pidió Vodka con limón. La camarera guardó el móvil en el bolsillo y, diligentemente ,pero con gesto serio ,preparó la copa. Aún no había terminado de hacerlo cuando la puerta del bar se abrió y tres chicas entraron hablando y riendo mientras una enseñaba , primero a una y después a la otra, algo que había en su móvil. Se dirigieron sin vacilación a la barra y, la que iba pedir , preguntó a las otras qué querían tomar, después buscó con la mirada a la camarera, que ya había terminado y servido su copa a Elena, y pidió.
La puerta del bar se volvió a abrir y entraron dos mujeres más.El local se llenaría pronto, pero tal y como tenía decidido tomaría su copa y se iría a casa. Pensó en la última vez. Hacía ya dos meses. Un ligue de una noche. Estaba borracha y enfadada con su ex y se fue con la primera que se puso en su camino. Nunca había hecho eso antes y tampoco lo había vuelto a hacer después. Intentó no mirar de modo demasiado descarado a las mujeres que estaban en el bar o que  iban entrando, pero pronto se dio cuenta que allí todo el mundo hacía lo mismo, así que dejó de preocuparse por ello y miró sin vergüenza. No había nadie que le interesase así que esa noche no había peligro. Aún le quedaba más de la mitad de su copa, pero la acabaría en breve y regresaría a casa, notó que el cansancio empezaba a dejarse notar. Una voz sonó a su espalda :
Creo que esto es tuyo- le dijo extendiendo su mano con una cartera  en la mano. Irene miró a la mujer, no la había visto entrar en el el local y , desde luego no era una mujer que pasase desapercibida, era muy guapa…y le estaba devolviendo su cartera.
 ¡ Gracias! Se me debe haber caído del bolsillo.- de repente recordó que había metido la cartera en el bolsillo izquierdo y que ese aún seguía roto porque se le había olvidado coser el desgarrón que se le hizo días antes con las llaves de casa al tirar con demasiada fuerza  porque se  habían quedado  enganchadas .
- A veces pasa- le contestó Elena con una sonrisa que la puso muy nerviosa  y eso no le gustó. -  - Ten cuidado de no volver a perderla…o el móvil….- añadió señalando con la cabeza al bolsillo porque Irene había metido la cartera en el bolsillo correcto pero estaba intentando meter el móvil justo en el que estaba  roto. Irene notó cómo cierto calor subía especialmente a sus mejillas . Aquella mujer que la miraba tan fijamente le estaba poniendo muy nerviosa y tenía que recobrar la calma como fuese.
- Demasiado cansada. ¿ Me dejas que te invite a algo por recuperar mi cartera? - según lo dijo se arrepintió. Tendría que haberle dado las gracias y haberse marchado. Estaba empezando a flirtear con la extraña que tan nerviosa le ponía.
- No, gracias, ya he pedido. No creo que esté mucho rato aquí . He venido porque necesitaba saber algo . - la camarera se acercó a ella con su bebida.Irene estuvo rápida y pagó la consumición. Elena le dio las gracias.
- Gracias pero no era necesario. No he hecho nada importante. me llamo Elena.
- Yo Irene. Dime, ¿ qué es eso que necesitabas saber aquí? -preguntó curiosa.
- Bueno, es fácil. Esto es un bar de lesbianas y es la primera vez que vengo un sitio así….
- ¿Es tu primera vez en el ambiente? - resolvió Irene- 
- No, bueno, sí. Me refiero a que es mi primera vez en todo. Intento saber si soy lesbiana-  cuando se oyó decir en alto la palabra Lesbiana se sintió rara pero al mismo tiempo aliviada.
- Entiendo. No te lo tomes a mal pero no creo que eso se resuelva viniendo a un bar de ambiente. Es algo que se lleva dentro. 
- ¿ cómo lo descubriste tú? -interrumpió Irene
- No sé. Yo siempre lo he tenido claro y nunca me he planteado no serlo. Mi tío es gay y en mi familia su homosexualidad se ha vivido como algo natural, así que decir que yo era gay no fue algo difícil en mi casa.
- ¡ Qué suerte! Yo no tengo referentes, mi familia no lo sabe..bueno, primero lo tengo que saber yo y eso es lo que intento hacer viniendo aquí hoy.
- ¿ y qué tal vas? - preguntó divertida Irene. La cara de Elena reflejaba una mezcla entre malestar y agobio.
- ¿ Sinceramente? …- Irene no dijo nada pero asintió con la cabeza- Bastante mal. Espero que haya más variedad de lesbianas que lo que estoy viendo hoy aquí porque si no lo llevo claro - Irene no pudo contener la risa
- ¿ Tan feas te parecemos? - dijo burlona, pero sus ojos y los de Elena se encontraron, y ambas se mantuvieron la mirada. No cabía duda de que aquel mujer que buscaba su camino la ponía mucho más nerviosa de lo que le gustaría, y esa noche, en ese momento, no le gustaba nada porque Elena no sólo no sabía si era gay, sino tampoco el enorme poder de seducción que tendría con las mujeres cuando lo descubriese.
Digamos que no son mi tipo. Sólo hay una que me ha gustado.- respondió  Elena
¿ Ah si? ¿ Quién es? - inquirió Irene entre curiosa y ofendida por la respuesta de Elena.
-Tú- y dijo este tú mirando fijamente a los ojos de Irene . Irene tuvo un deseo incontrolado de besarla y hacerle saber si era o no gay y de paso quitarse ella las ganas, pero apartó la mirada y la fijó en su copa, de la cual apenas había bebido. Dio un trago largo pero Elena seguía mirándola fijamente. - ¿ Te puedo pedir una cosa? - le preguntó de sopetón e Irene contestó que sí. - ¿ Me puedes besar? Necesito saber cómo siento un beso dado por una mujer- Irene estaba desconcertada con aquella mujer.
-Mujer, así de sopetón no sé si te va a servir para resolver tu duda- consiguió responder Irene. Pero conozco un test infalible para saberlo. Se trata de mirar tus dedos de la mano.- Elena la miró  con desconcierto.Irene siguió explicando intentando ganar tiempo para calmar aquellas ganas de besarla- Pon aquí tu mano, sobre la barra, y déjame  ver tus dedos  indice y anular. Si el índice es más corto que el anular eres lesbiana.
-¿ Me estás tomando el pelo , verdad? Pues no tiene gracia. - dijo Elena enfadada. Su intento  de hacer que la situación se calmara había salido mal. No lo pensó, cogió la cara de Elena con sus manos y la besó . Fue un beso suave sobre los labios , no muy corto ni muy largo ,    pero al separar sus labios  y mirarse a los ojos, fue Elena quien le besó esta vez y el beso no fue tan inocente ni suave, fue un beso intenso, largo y correspondido por ambas partes. La temperatura de su cuerpo empezó a subir. Ninguna hizo por separar sus labios de los de la otra, el beso continuó y subió en intensidad. El cuerpo de Irene empezó a necesitar mucho más que un beso de aquella desconocida . Pero para Elena las cosas eran diferentes, nunca antes había besado a una mujer, su cuerpo experimentaba sensaciones que le eran desconocidas y se separó con agresividad de Irene. Pero la agresividad resultó ser otra cosa. Elena se había desmayado por la intensidad de lo que sentía. Sólo le había pasado otra vez anteriormente hace años atrás cuando le avisaron de que sus abuelos habían muerto en un accidente de tráfico. Inexplicablemente Irene estuvo lo suficiente rápida para cogerla antes de que cayera al suelo desplomada y se hiciera daño al golpearse contra el suelo.La camarera salió inmediatamente de detrás de la barra y la ayudó a llevarla a un sitio más tranquilo donde acomodarla. las dos insistieron en llevarla a un hospital para que la mirasen, pero Elena se negó. Poco a poco fue recuperándose y mintió diciendo que era una bajada de tensión y que a veces le pasaba; que necesitaba salir del bar y que le diese el aire y que en poco tiempo estaría bien de nuevo, que se iría a casa y con un poco de descanso mañana estaría bien. Irene se ofreció a acompañarla, no quería dejarla sola después de lo que había pasado y, por otra parte, consideraba que no hacerlo estaría mal. Elena aceptó el ofrecimiento después de negarse un par de veces, pero Irene encontraba la palabra justa para refutar su negativa a que la acompañara y acabó por no oponer resistencia.  Salieron a la calle y comenzaron a andar hacia una zona más transitada en busca de un taxi. Irene se percató de que había dejado olvidada su chamarra en el bar y tras pedirle a Elena que la esperara allí mismo, que enseguida volvía, se dirigió al bar con paso ligero esperando que nadie se la hubiera llevado. Afortunadamente la camarera se había dado cuenta y se la había guardado. En menos de cinco minutos estaba de vuelta al  lugar donde Elena la esperaba, pero Elena….había desaparecido. Preguntó a varias personas que estaban tomando algo sentados en las mesas de la terraza de un bar cercano  y sólo uno recordó haber visto a Elena meterse en un taxi e irse. Irene sintió que una creciente rabia se apoderaba de ella. Estaba enfadada, muy enfadada con Elena por haberse ido sola, sin esperarla. ¿ Cómo la encontraría ahora? No tenía nada que le ayudase a ello. Pero lo que más la enfureció fue darse cuenta de que aquella desconocida a la que había conocido apenas una o dos horas antes le había dejado una impresión que ninguna otra mujer había  conseguido dejarle en años. 

   Elena llegó a casa, abrió la puerta con sigilo, no tenía ganas de hablar con aquella noche, dar explicaciones, así que intentó hacer el menor ruido posible, se quitó la ropa, se metió en la cama e intentó dormirse sin éxito. Mañana sería otro día se dijo…

domingo, 1 de noviembre de 2015

cuantas veces queremos decirlo pero el orgullo nos puede...


Quien lea este blog regularmente sabe que la música me encanta y que suelo animar a la gente a que me recomienden canciones porque es un modo de descubrir tanto canciones nuevas como cantantes y grupos que a veces no suelen estar entre los más oídos. No es el caso de la canción que oigo estos días puesto que ¿quién no conoce a Adele y sus fantásticas canciones? Ha sacado una nueva, Hello! , que escuché el otro día por recomendación y que encantó desde los primeros acordes. La letra, de esas que penetra el alma. 
todos hemos estado en los dos lados de la canción . Nos han roto el corazón y se lo hemos roto a otras personas. Pero desafortunadamente, no todo el mundo es capaz de pedir perdón , a veces el orgullo puede más y dejamos que la gente que queremos se vaya de nuestra vida sin poder cambiarlo . Tengo muchos defectos pero nunca he tenido miedo de llamar a alguien para pedirle perdón si he cometido algún error, hay que exponerse al enfado de la otra persona si realmente nos importa. Nunca he dejado que alguien se fuera de mi vida sin intentar hasta el final que eso no pasase. Tampoco he intentado retener a nadie que quisiera irse, ¿ qué derecho tengo a obligar a nadie a que esté en mi vida si no lo desea? 
en cualquier caso , las redes sociales y las nuevas formas de conocer a personas y relacionarnos nos están haciendo cada vez más insensibles a los demás. el otro día, en una clase mis alumnos me decían que cuando quieren decirle algo a alguien , lo hacen primero por la red social que toque y luego ya en persona es todo más fácil porque lo difícil lo han dicho a través de lo virtual sin tener que tener a la persona enfrente. creo que seguiré prefiriendo el cara a cara e intentar solucionar las cosas si he metido la pata. Espero que el orgullo nunca me pueda para decirle a alguien cuanto me importa .
Feliz semana a todos y gracias a quien me recomendó la canción el otro día.