los domingos de invierno son días para quedarse en casa, dormir hasta tarde, y disfrutar de una buena pelicula en el sofá bajo una suave y calentita manta. Pero a veces los domingos son días de sol y hay que dejar que los dorados rayos del astro rey te arrastren hasta cerca del mar sacándote de la rutina. los lunes han pasado a ser el día de echar de menos, el martes el día en el que empiezas a sentir que estás dispersa y te cuesta levantarte por la mañana, quizás el miércoles conseguiré poner un poco de orden en este desorden para que cuando llegue el jueves empiece a sentir que la semana ya se acaba, que en nada tendré al viernes esperando para darme los buenos días y por fin al sábado , ese día donde todo empieza y acaba porque echar de más y echar de menos se juntan y a veces no sabes cual de los dos quieres más.
pero lo que yo quiero hoy es que los sueños sólo lo sean una esperanza de que las cosas buenas a veces pasan y que lo que tanto deseamos se puede cumplir. sé que así será pasen dos meses o siete años
3 comentarios:
Yo creo que sí se cumplen, puede que no todos tal y como queremos, nos gustaría, pero sí acaban cumpliéndose.
Un saludo.
¡Qué positivo! Me gusta.
¿El ciclo de la vida que suena como un LP de 33r.p.m.? :D
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