domingo, 9 de noviembre de 2008

El beso




Nunca he sabido muy bien cómo hay que mirar una pintura o una escultura, siempre se me ha dado mejor el cine y la fotografía para eso . ¿ Es la forma?, ¿La proporción?,¿ la simulitud con la realidad?,¿los colores?, ¿en qué hay que fijarse? Lo reconozco, me daba mucha rabia no saber cómo disfrutar de lo que tenía delante hasta que decidí dejar que fuera la propia obra quien me diera la pista. La primera pista es que llame mi atención y la segunda que me emocione, sea del modo que sea, si además me emociona tanto que me deja sin palabras y bajo el sindrome de Stendhal pues mucho mejor. Ayer tuve una conversación con la catalana viajera, que también es mi profe de catalán; fue una de nuestras típicas conversaciones, de esas que empiezan por lo trivial de qué tal te ha ido el día y desembocan en el arte en cualquiera de sus manifestaciones. Le comenté que había me encantaba la obra El beso. Yo me refería a la escultura de Rodin, pero ella entendió El beso de Klimt, el pintor así que comenzó a hablarme de colores y de caras. Afortunadamente yo conocía el cuadro, aunque a mí Klimt no me gusta y ese cuadro, por muy famoso que sea y a pesar de que marcase un hito en la historia del arte, no me inspira nada. Pero sí me gusta Rodin, el escultor. Cuando descubrí El Pensador y El Beso, dos de sus trabajos más emblemáticos, y mis preferidos, no sabía quién era el autor así que me gustaron sin el lastre de saber de quién eran, y qué significaban.
Rodin trabajó sobre todo con el mármol y el bronce en sus obras. Su interés inicial estaba en el movimiento y la tensión muscular , influenciado por los escultores renacentistas, pero a Rodin también le interesaba algo que no se da en las obras de Miguel Angel o Donatello : que las obras reflejen un estado interior. Rodin estuvo enamorado de Camille Claudel, artista y escultora como él. El uno influenció la obra del otro. Así, mientras Rodin plasmaba la felicidad de su relación, en 1886 ,en El Beso, Camille, en 1900 reflejaba a una artista desnuda, de rodillas, suplicante y dirigiendo su s manos hacia un Rodin que le da la espalda mientras una mujer medio ángel, medio bruja, se lo lleva. Entre 1886 y 1900 la relación de los dos artistas pasó de la dicha a la desdicha porque Rodin se había embarcado en otra relación al mismo tiempo que estaba con la escultora y la dejaba embarazada de un hijo que no llegó a nacer. La felicidad de uno y el sufrimiento de la otra marcan dos momentos de su relación en sus respectivos trabajos .
En 1987 se hizo la película que recoje la relación de ambos autores, por si a alguien le interesa. La dirigió Bruno Nuytten y la intepretaron Isabel Adjani y Gerard Depardieu. Se titula La pasión de Camille Claudel

13 comentarios:

Anónimo dijo...

En su momento la película recibió premio a la mejor fotografía de la academia francesa....desde luego le hace honores.
La vida de los artistas son montañas rusas.
Besos

Marta dijo...

Es curioso como dos personas plasman la misma situación desde su punto de vista, nada que ver..

iTxaro dijo...

A mi me ha emocionado muchas cosas que he visto, pero nunca tanto como la primera vez que vi en Viena a la Venus Perigordiense. La vi con 18 años, toda la vida viendola en los libros de historia de EGB (porque en todos los libros venían las mismas fotos) y me encantaba. No me imagine que pudiera ser tan pequeña (me la imaginaba enorme), me dió un subidón de adrenalina y aún recuerdo esa sensación

Marigel dijo...

Vaya película más triste!
Recuerdo especialmente la sensación de frío que me provocaba y la desesperación de la realidad.
Tremenda.

Anónimo dijo...

Mi hermano tiene El beso de Klimt y no he visto cuadro que me resulte más indiferente, con decirte que hasta que me di cuenta que se trataba de esa pintura pasaron unos cuantos meses.

Lucía dijo...

En cuanto a cuadros, me quedo con "El grito", de Munch, y si tengo que elegir una escultura, mmm... lo tendría complicado entre "El éxtasis de Santa Teresa", "La muerte de la beata Albertoni", las dos de Bernini, o "La Piedad" de Miguel Ángel.

Anónimo dijo...

Anda que casualidad, que hables de esto y que hace un par de horas haya estado enfrente de " el pensador" (es que han traido algunas de sus obras a la ciudad en la que estoy)

Sandra Sánchez dijo...

He tenido la suerte de ver varias obras de Rodin (entre ellas "El pensador") en Málaga, en una exposición que hicieron de las obras en plena calle Larios y que duró varios meses. Fui a verla varios días y me emocionó poder ver tan cerca y a plena luz del día obras tan conocidas mezclándose entre los paseantes.
Un post muy interesante Ripley ;)

dintel dijo...

Digamos que de escultura estoy muy pez, pero debo decir en mi favor que ahora empiezo a verle el qué. Supongo que tiene la culpa mi educación escolar que siempre fue en dos dimensiones.

farala dijo...

pues a mi la que me marcó fue camille, y esas mujeres en las olas me enloquecen... primero las vi en paris, jugando con las olas agarradas de la mano; y hace unos meses en madrid, con mi hija pequeña, que me dice, "no son tres mujeres, mamá, es la misma que se esta incorporando para recibir el golpe del agua de la ola..." y flipé, porque a veces los niños entienden más de arte que los mejores críticos

Ripley dijo...

LUNA: vi la película hace tanto que no me acuerdo, pero la volveré a ver.
MARTA: en realidad son dos momentos opuestos de su relación, el principio y el final.
ITXARO: buscaré esa escultura a ver qué sensación me produce.

Pilar Cita dijo...

Yo creo que el arte (incluyendo la música), no hay que saber verlo/escucharlo, sino sentirlo. Si algo te emociona, perfecto, si no te produce ninguna reacción, es que no te gusta.

Creo que es lo bueno que tiene el arte, que es de lo más democrático :)

Ripley dijo...

MARIGEL: bienvenida por aquí. la relación de Rodin y Camille fue complicada, supongo que intentarían plasmar justo esa frialdad. un saludo
ANUBIS: bueno, no le digas eso a tu hermano...un besito.
LUCIA: si miras mi blog Desde la Ventana, verás que posteé sobre ese cuadro hace 2 años y pico, cuando fue robado. Es curioso que haya cuatro copias del mismo, hechas por el propio autor. El cuadro me gusta pero me produce una terrible sensación de angustia. No te podría decir cual es mi escultura favorita pero te diré que también me gusta mucho Botero. un saludo