miércoles, 12 de agosto de 2015

Elena e Irene : capiítulo 1 : el encuentro (COMPLETO)


Se quitó las gafas y frotó sus ojos con a mano derecha. Estaba cansada. su mente ya no daba para más esa tarde.Era  viernes y la semana había sido muy intensa. Demasiado intensa. Quería haber terminado el trabajo pero le gustase o no, debía rendirse a la evidencia de que estaba agotada y no iba a poder hacerlo. Se levantó y fue al comedor a por su  teléfono móvil. Cuando necesitaba concentrarse lo dejaba en otra habitación para no distraerse. Había recibido unos cuantos mails de trabajo a los que no pensaba contestar. Nunca lo hacía fuera del horario laboral.Era una norma que se había impuesto hace unos años cuando su vida personal se convirtió en inexistente absorbida por la profesional  que raramente infringía. Su vida personal era tan importante para ella como la de sus clientes. Fue a la cocina, necesitaba tomarse un café, ademas alli tenia su teléfono personal , lo había dejado cargando. Sus amigos habían tenido una tarde entretenida. Cientos de whatsapps  que no le apetecía leer en  ese momento así que hizo una lectura rápida y vio que habían quedado para cenar y tomar después unas copas aprovechando que ya era viernes y las más que agradables temperaturas nocturnas de los últimos días invitaban a ello.Le encantaban esas reuniones de amigos, se conocían desde la universidad aunque el grupo se había ido ampliando a lo largo de los años con las parejas de todos ellos, compañeros  de trabajo que se habían unido un  día y ya se habían quedado. A veces eran tantos que costaba encontrar un sitio donde poder estar todos, pero era bonito. La verdad es que le apetecía mucho salir y despejarse y sabía que se lo pasaría bien, pero también sabía que cuando el grupo de salida estaba formado por ciertas personas, la cena se convertiría en fiesta posterior y acabaría en casa bien entrada la mañana y hoy estaba demasiado cansada para ello. Habían  tomado  como norma para no saturar el whatsapp que sólo los que acudirían respondería a la llamada así que leyó pero no contestó.
Se dirigió al dormitorio para ponerse ropa de casa pero la idea de salir a que su cabeza se despejase volvió así que se dio una ducha rápida , se puso algo cómodo, unos vaqueros, una sencilla camisa blanca y unas zapatillas de deporte, tan de moda ese año,  y salió de casa esperando no tardar mucho en volver. No tenía decidido dónde ir, quizás un paseo y a casa, pero mientras caminaba cambió de opinión y decidió ir a un bar de ambiente. Era pronto así que tendría suerte si  había alguien el local, pero bueno, tampoco le importaba mucho, no iba más que a tomar una copa y a casa, nada de ligar esa noche, estaba demasiado cansada para irse a casa de alguien o que alguien fuese a su casa y tener que despedirla por la mañana . La noche estaba fantástica, la temperatura era idea para estar sentada en alguna terraza. Mañana propondría eso  a sus amigos. Si no recordaba mal , Iker y Nagore volvían a casa a pasar las vacaciones y habría mucho que contar .
Llegó al local de ambiente, tal y como había imaginado  no había nadie. dudó sin entrar o no. Recordó que su intención para esa noche no iba más allá de tomarse una copa y volver a casa, y que siempre alguien tenía que ser la primera y hoy sería ella. Empujó la puerta y entró. La camarera estaba en una esquina de la barra, móvil en mano y sonrisa en la cara que varió a gesto serio al verla entrar ; sin  duda alguna chateaba con algún ligue o con su novia y le acababa de fastidiar el momento romántico. Irene se acercó a la barra y pidió Vodka con limón. La camarera guardó el móvil en el bolsillo y diligentemente ,pero con gesto serio ,preparó la copa. Aún no había terminado de hacerlo cuando la puerta del bar se abrió y tres chicas entraron hablando y riendo mientras una enseñaba , primero a una y después a la otra, algo que había en su móvil. Se dirigieron sin vacilación a la barra, y la que obviamente iba pedir , preguntó a las otras qué querían tomar, después buscó con la mirada a la camarera, que ya había terminado y servido su copa a Elena, y pidió.
La puerta del bar se volvió a abrir y entraron dos mujeres más.El local se llenaría pronto, pero tal y como tenía decidido tomaría su copa y se iría a casa. Pensó en la última vez. Hacía ya dos meses. Un ligue de una noche. Estaba borracha y enfadada con su ex y se fue con la primera que se puse en su camino. Nunca había hecho eso antes y tampoco lo había vuelto a hacer después. Intentó no mirar de modo demasiado descarado a las mujeres que estaban en el bar o que  iban entrando pero pronto se dio cuenta que allí todo el mundo hacía lo mismo así que dejó de preocuparse por ello y miró sin vergüenza. No había nadie que le interesase así que esa noche no había peligro. Aún le quedaba más de la mitad de su copa pero la acabaría en breve y regresaría a casa, notó que el cansancio empezaba a dejarse notar. Una voz sonó a su espalda :
  • Creo que esto es tuyo- le dijo extendiendo su mano con una cartera  en la mano. Irene miró a la mujer, no la había visto entrar en el el local y , desde luego no era una mujer que pasase desapercibida, era muy guapa…y le estaba devolviendo su cartera.
  • ¡ Gracias! Se me debe haber caido del bolsillo.- de repente recordó que había metido la cartera en el bolsillo izquierdo y que ese aún seguía roto porque se le había olvidado coser el desgarrón que se le hizo días antes con las llaves de casa al tirar con demasiada fuerza  porque se  habían quedado  enganchadas .
  • A veces pasa- le contestó Elena con una sonrisa que la puso muy nerviosa  y eso no le gustó. -  Ten cuidado de no volver a perderla…o el móvil….- añadió señalando con la cabeza al bolsillo porque Irene había metido la cartera en el bolsillo correcto pero estaba intentando meter el móvil justo en el que estaba  roto. Irene notó cómo cierto calor subía especialmente a sus mejillas . Aquella mujer que la miraba tan fijamente le estaba poniendo muy nerviosa y tenía que recobrar la calma como fuese.
  • Demasiado cansada este viernes. ¿ Me dejas que te invite a algo por recuperar mi cartera? - según lo dijo se arrepintió. Tendría que haberle dado las gracias y haberse marchado. Estaba empezando a flirtear con la extraña que tan nerviosa le ponía.
  • no, gracias, ya he pedido. No creo que esté mucho . He venido porque necesitaba saber algo . - la camarera se acercó a ella con su bebida. Irene estuvo rápida y pagó la consumición. Elena le dio las gracias.
  • Gracias pero no era necesario. No he hecho nada importante. me llamo Elena.
  • Yo Irene. Dime, ¿ qué es eso que necesitabas saber aquí? -preguntó curiosa.
  • Bueno, es fácil. Esto es un bar de lesbianas y es la primera vez que vengo un sitio así….
  • ¿Es tu primera vez en el ambiente? - resolvió Irene
  • No, bueno, sí. Me refiero a que es mi primera vez en todo. Intento saber si soy lesbiana-  cuando se oyó decir en alto la palabra Lesbiana se sintió rara pero al mismo tiempo aliviada.
  • Entiendo. No te lo tomes a mal pero no creo que eso se resuelva viniendo a un bar de ambiente. Es algo que se lleva dentro. 
  • ¿ cómo lo descubriste tú? -interrumpió Irene
  • No sé. Yo siempre lo he tenido claro y nunca me he planteado no serlo. Mi tío es gay y en mi familia su homosexualidad se ha vivido como algo natural así que decir que yo era gay no fue algo difícil en mi casa.
  • ¡ Qué suerte! Yo no tengo referentes, mi familia no lo sabe..bueno, primero lo tengo que saber yo y eso es lo que intento hacer viniendo aquí hoy.
  • ¿ y qué tal vas? - preguntó divertida Irene. La cara de Elena reflejaba una mezcla entre malestar y agobio
  • ¿ Sinceramente? …- Irene no dijo nada pero asintió con la cabeza- Bastante mal. Espero que haya más variedad de lesbianas que lo que estoy viendo hoy aqui porque si no lo llevo claro - Irene no pudo contener la risa
  • - ¿ Tan feas te parecemos? - dijo burlona pero sus ojos y los de Elena se encontraron y ambas se mantuvieron la mirada. No cabía duda de que aquel mujer que buscaba su  camino la ponía mucho más nervioso de lo que le gustaría, y esa noche, en ese momento no le gustaba nada porque Elena no sólo no sabía si era gay sino tampoco el enorme poder de seducción que tendría con las mujeres cuando lo descubriese.
  • Digamos que no son mi tipo. Sólo hay una que me ha gustado.- respondió  Elena
  • ¿ Ah si? ¿ Quién es? - inquirió Irene entre curiosa y ofendida por la respuesta de Elena.
  • Tú- y dijo este tú mirando fijamente a los ojos de Irene . Irene tuvo un deseo incontrolado de besarla y hacerle saber si era o no gay y de paso quitarse ella las ganas pero apartó la mirada y la fijó en su copa, de la cual apenas había bebido. Dio un trago largo pero Elena seguía mirándola fijamente. - ¿ Te puedo pedir una cosa? - le preguntó de sopetón e Irene contestó que sí. - ¿ Me puedes besar? Necesito saber cómo siento un beso dado por una mujer- Irene estaba desconcertada con aquella mujer
  • Mujer, así de sopetón no sé si te va a servir para resolver tu duda- consiguió responder Irene. Pero conozco un test infalible para saberlo. Se trata de mirar tus dedos de la mano.- Elena la miró  con desconcierto.Irene siguió explicando intentando ganar tiempo para calmar aquellas ganas de besarla- Pon aquí tu mano, sobre la barra, y déjame  ver tus dedos  indice y anular. Si el índice es más corto que el anular eres lesbiana.
  • ¿ Me estás tomando el pelo , verdad? Pues no tiene gracia. - dijo Elena enfadada. Su intento  de hacer que la situación se calmara había salido mal. No lo pensó, cogió la cara de Elena con sus manos y la besó . Fue un beso suave sobre los labios , no muy corto ni muy largo ,    pero al separar sus labios  y mirarse a los ojos fue Elena quien le besó esta vez y el beso no fue tan inocente ni suave, fue un beso intenso, largo y correspondido por ambas partes. La temperatura de su cuerpo empezó a subir. Ninguna hizo por separar sus labios de los de la otra, el beso continuó y subió en intensidad. El cuerpo de Irene empezó a necesitar mucho más que un beso de aquella desconocida . Pero para Elena las cosas eran diferentes, nunca antes había besado a una mujer y su cuerpo experimentaba sensaciones que le eran desconocidas y se separó con agresividad de Irene. Pero la agresividad resultó ser otra cosa. Elena se había desmayado por la intensidad de lo que sentía. Sólo le había pasado otra vez anteriormente hace años atrás cuando le avisaron de que sus abuelos habían muerto en un accidente de tráfico. Inexplicablemente Irene estuvo lo suficiente rápida para recogerla antes de que cayera al suelo desplomada y se hiciera daño al golpearse contra el suelo.La camarera salió inmediatamente de detrás de la barra y la ayudó a llevarla a un sitio más tranquilo donde acomodarla. las os insistieron en llevarla a un hospital para que la mirasen pero Elena se negó. Poco a poco fue recuperándose y mintió diciendo que era una bajada de tensión y que a veces le pasaba.Que necesitaba salir del bar y que le diese el aire y que en poco tiempo estaría bien de nuevo, que se iría a casa y con un poco de descanso mañana estaría bien. Irene se ofreció a acompañarla, no quería dejarla sola después de lo que había pasado y por otra parte consideraba que no hacerlo estaría mal. Elena aceptó el ofrecimiento después de negarse un par de veces, pero Irene encontraba la palabra justa para refutar su negativa a que la acompañara y acabó por no oponer resistencia.  Salieron a la calle y comenzaron a andar hacia una zona más transitada en busca de un taxi. Irene se percató de que había dejado olvidada su chamarra en el bar y tras pedirle a Elena que la esperara allí mismo que enseguida volvía se dirigió al bar con paso ligero esperando que nadie se la hubiera llevado. Afortunadamente la camarera se había dado cuenta y se la había guardado. En menos de cinco minutos estaba de vuelta al  lugar donde Elena la esperaba, pero Elena….había desaparecido. Preguntó a varias personas que estaban tomando algo sentados en las mesas de la terraza de un bar cercano  y sólo uno recordó haber visto a Elena meterse en un taxi e irse. Irene sintió que una creciente rabia se apoderaba de ella. Estaba enfadada, muy enfadada con Elena por haberse ido sola, sin esperarla. ¿ Cómo la encontraría ahora? No tenía nada que le ayudase a ello. Pero lo que más la enfureció fue darse cuenta de que aquella desconocida a la que había conocido apenas dos o tres horas antes le había dejado una impresión que ninguna otra mujer había  conseguido hacer en años. 


     Elena llegó a casa, abrió la puerta con sigilo, no tenía ganas de hablar con aquella noche, dar         explicaciones, así que intentó hacer el menor ruido posible, se quitó la ropa, se metió en la cama e intentó dormirse sin éxito. Mañana sería otro día se dijo…




10 comentarios:

Skuld dijo...

No había leído tus historias de ficción. Los cambios siempre traen un periodo de incertidumbre, de romper reglas, de hacer lo que no hemos hecho nunca, y eso en un relato siempre crea intriga y expectación.
Abrazo!!!!

Anónimo dijo...

gracias¡¡¡¡
escandinava

Anónimo dijo...

Me encanta!!!!!! Estoy esperando saber coml.continua

Anónimo dijo...

Hace poco que te sigo, pero me encanta como escribes :-)

Ripley dijo...

SKULD. los cambios dan un poco de vértigo pero son buenos
ESCANDINAVA: de nada rubia!
ANONIMA 1 : en breve empiezo con el capítulos dos
ANONIMA 2 : bienvenida, espero que te siga gustando de aquí en adelante.

arcademonio dijo...

Me gusta...engancha...seduce...invita a la lectura...te dejo un regalo en tus bolsillos...

Ripley dijo...

ARCADEMONIO: gracias, creo que lo que viene es mejor que este primer capitulo. espero que sigas pasando por aquí. gracias por el regalo

jordim dijo...

Muy bien parido, voy a hurgar más por aquí.

Yosoyesayesta dijo...

Muy bueno , te lei desayunando enfrente mar , y el paisaje y sobre todo la lectura me alegraron el dia gracias !! Espero con impaciencia el resto .
Un abrazo

Ripley dijo...

YOSOYESAYESTA: aprovecha las vistas y la lectura que donde vas no creo yo que te dejen leer mi blog,