martes, 18 de agosto de 2015

Capitulo 2 : Elena e Irene : sección 1 ( Irene)

El día no había comenzado muy bien para Irene. Había dormido poco , un par de horas como mucho, y la cabeza le estallaba esa mañana en el trabajo.  De todos los días para tener dolor de cabeza ese no era el mejor, tenía mucho trabajo y la visita de dos clientes importantes .Debía estar en plena forma física y mental aquella mañana. Sus ojos tenían unas marcadas ojeras que ni una gran cantidad de maquillaje sobre ellas habían podido  disimular, así que se había puesto gafas de ver e incluso se pintado los labios para intentar disimularlas de otra manera, haciendo que si mirasen algo de su cara no fueran sus ojos. Afortunadamente hoy no tenía ningún juicio y había podido desayunar en casa tranquilamente ,un café gigante y bien cargado, pero necesitaba otro antes de ponerse a trabajar . El efecto del primero parecía haberse diluido en su cuerpo durante el trayecto a la oficina. Fue a su despacho, dejo la americana, su maletín y la bolsa con ropa de repuesto por si se manchaba. Le gustaba tener ropa para poder cambiarse en la oficina, nunca se sabía qué podía pasar y sus días eran muy largos. Un par de días atrás, el impertinente hijo de un cliente le había derramado un zumo en el traje y tuvo  que cambiarse de ropa porque después tenía una reunión con otro cliente, así que  hoy había traído ropa limpia para cuando pasase otro imprevisto. Se dirigió al office a prepararse un café y comer algo,  aunque había desayunado, volvía a tener hambre . Se estaba preparando el café cuando Marta entró en la salita. Ella siempre desayunaba allí, según decía ,prefería desayunar tranquila en la oficina que deprisa y estresada en casa antes de llevar a los gemelos al colegio. No era típico de Irene desayunar en la oficina, lo solía hacer en raras ocasiones, y casi siempre porque no había pasado por su casa antes de ir a trabajar, así que Irene vio el gesto divertido en la cara de su amiga y socia , un gesto que significaba que Marta la sometería a un interrogatorio en tercer grado aquella mañana.
-Ayer no te vimos….¿ algo o alguien te mantuvo ocupada?- Marta tenía muchas cualidades pero ser discreta o suave al preguntar las cosas no era una de las que estaban en la lista.
-No, me  dolía mucho la cabeza y me quedé en casa- contestó aunque inmediatamente añadió - He pasado mala noche y he dormido poco, quizás esté cogiendo algún virus- añadió intentando explicar el motivo de sus ojeras.
-Irene, que soy yo, Marta.  Que te conozco desde hace muchos años y ya casi hasta mejor que la madre que te parió….- Irene continuó la frase intentando parar a su amiga.
-Sí,y hemos vivido muchas cosas juntas y lees mi cara como un libro abierto- añadió con esa cantinela de quien se sabe ya de memoria la lección y la repite con ese tono monótono y aburrido de horas trabajando sobre lo mismo.
-Vamos , que no quieres hablar del tema- sentenció Marta removiendo por enésima vez la cucharilla dentro de su taza de café, imposible ya que quedase un grano de azúcar sin deshacer, pero con la vista fija en Irene, quien conocía también muy bien a su amiga y sabía que esta no se iba a dar por vencida tan fácilmente. Esa actitud había hecho que en muchas ocasiones en las que Irene  había tirado la toalla  en alguna historia amorosa  principalmente, aunque también en temas personales no sentimentales, Marta no lo hiciera, y gracias a su empujón Irene pudo, por ejemplo, sacar el valor de hablarle , o al menos intentarlo , a Laura en aquella fiesta de navidad varios años atrás,  ya que los nervios la traicionaron y habló tan deprisa que Laura no entendió nada y se echó a reír ,  entonces Irene paró su parloteo y la vergüenza hizo que se marchase de la fiesta. Marta la interceptó al intentar salir ,y la retuvo el suficiente tiempo para que Laura calmase su risa y la alcanzase, se presentó y le dijo que ella tenía más suerte porque sólo se ponía nerviosa con las mujeres que no le gustaban intentando buscar el modo de irse, y que con ella no le había pasado. Irene, con los nervios no entendió que Laura le acababa de decir que le gustaba y mientras ésta esperaba que Irene reaccionase, Marta le dio un codazo y le espetó un “ hija mía, que te acaba de decir que le gustas, ¡ di algo, no te quedes muda ahora!”. Laura volvió a reír, Irene rió y Marta decidió que era mejor desaparecer y dejar que riesen juntas. Y lo hicieron durante ocho años, Laura fue su gran amor y su vida fue inmensamente feliz a su lado. Pero , ¿ por qué tuvo que coger el coche aquel día, ella que odiaba conducir? ¿ por qué viajar ese día en lugar de esperar un día hasta que la huelga de controladores aéreos acabase  y todos los vuelos saliesen con normalidad? Nunca tendría la respuesta. Sólo una realidad , un conductor borracho que perdió el control de su coche embistiendo el coche de Laura por detrás , haciendo que Laura perdiera el control y chocase contra los bloques de cemento de la mediana , muriendo casi en el acto . No sólo Laura murió aquel día sino también su capacidad para volver a amar a alguien con tanta intensidad.  A pesar de que había intentado rehacer su vida pasado el duelo y el tiempo, nadie era como Laura. Irene la buscaba en cada mujer que conocía  pero nadie había conseguido remover su alma como lo había hecho Laura y, finalmente, acabó por desistir . Se había conformado  con tener aventuras varias  que colmasen su necesidad de un sucedáneo de amor y sexo durante algún tiempo y después, adiós. No pidió a ninguna que viviese con ella ni quiso irse a vivir con ninguna, en cuanto llegaba el momento de dar el paso, o se lo pedían , la relación acababa . Pero ayer, anoche, Elena….
-Bueno , ¿ qué ? ¿ me lo cuentas ya y nos ponemos a trabajar? - le increpó Marta sacándola de su ensimismamiento.
-Mejor no.- dijo Irene esperando que su amiga no insistiese .
-Irene…..
-Marta, déjalo , de verdad…- Pero Marta no lo dejó , insistió e Irene empezó a contarle con desgana lo que le había pasado la noche anterior.Marta guardó silencio y no la interrumpió , lo cual significaba que la respuesta de Marta iba a ser sincera, realista y no le iba a gustar oírla.
-Esta vez  te has superado querida amiga. - dijo, y calló.
-¿Sólo vas a decir eso?- Irene estaba sorprendida con la reacción de Marta, que continuaba callada. - Dime lo que piensas. Lo que harías . Dime algo y no me mires así.
-¿ Realmente quieres saber lo que pienso?. Pues te lo voy a decir- Irene se dio cuenta inmediatamente de que lo que iba a escuchar no iba a gustarle nada de nada, pero había sido ella quien había rogado a su amiga finalmente que dijese algo, ahora tendría que soportar lo que Marta le dijera, sin poder pararla una vez que empezase a hablar. - Pienso que no te reconozco. Que  Laura murió y debes aceptarlo ,pasar página. Han  pasado suficientes años para que sigas sufriendo por ello como si acabase de pasar, no tienes que olvidarla, pero sí cerrar esa etapa, dejar de poner pegas a todas las mujeres que pasan por tu vida. De acuerdo en que alguna que otra mejor no recordarlas porque resultaron estar locas de psiquiátrico  y alguna otra mentirosa compulsiva, o que salieses huyendo cuando aquella de Murcia te pidió matrimonio a la semana de conoceros…Pero que dejases escapar a Patricia es algo que aún no te hemos perdonado ninguno de tus amigos, porque también la perdimos nosotros cuando rompiste con ella y nos encantaba.-Marta paró de hablar, miró a Irene, cogió la taza que un par de minutos antes había puesto sobre la mesa, antes de empezar a hablar, puesto que , como gesticulaba tanto al hablar, cuando hablaba con algo en la mano que contuviese líquido dentro, solía acabar derramándolo y manchándose ella y a quien estuviera cerca. Al verla beber y no decir nada más Irene pensó que , después de todo la bronca había sido leve comparado con lo que solía ser Marta; pero, cuando vio que volvía a poner la taza sobre la mesa y la soltaba, supo que la charla aún no había finalizado. - Y ahora…¿ me puedes explicar , para que yo lo entienda fácilmente, cómo pudiste dejar que la primera tía que te interesa en dos años se te escape así? -Marta no se caracterizaba por su suavidad al hablar cuando estaba enfadada-…  Tan lista en el pasado para no dejar escapar  a mujeres de las que te interesaban poco más que para echar un polvo con ellas  y tan poco  lista para hacerlo con una tía que te ha puesto a …
-¡Para! - cortó Elena- No digas la barbaridad que ibas a soltar. Puso sus manos sobre la boca de su amiga , que la miró y asintió con la cabeza indicando que no la diría. Irene quitó despacio las manos .
-¿Me lo explicas?-dijo Marta suavemente.
-Ya te lo he explicado, volví a por la chaqueta y al salir había desaparecido.
-Pues ya sabes lo que tienes que hacer - continuó Marta.
-¿ Qué?-realmente ya sabía lo único que podía hacer para volver a ver a Elena, pero no quiso demostrar interés ni empeño en ello.
-Plantar tu trasero en ese garito todo lo que haga falta hasta que la vuelvas a ver.
-No pienso hacer eso-mintió Irene puesto que ya hacía horas que había decidido hacer lo que estaba negando- Además, ¿se te ha ocurrido pensar que igual no vuelve nunca más a ese bar o que quizás ni siguiera sea de aquí y por eso se haya atrevido a ir y hacer lo que hizo?-no se había planteado esas posibilidades antes ,y al decírselas a su amiga ,pretendiendo desinterés, una gran tristeza empezó a apoderarse de ella así que decidió que ya era hora de acabar con aquella conversación matutina.- Bueno, ¿ qué te parece si dejamos mi mísera vida sexual para otro momento ,nos ponemos a trabajar para dar buen ejemplo a nuestros trabajadores y de paso ganar dinero?- Marta la miró fijamente y asintió con la cabeza
-¿ De verdad que no se te ocurrió pedirle su número de teléfono con cualquier excusa tonta?- dijo Marta suavemente esta vez.
-¡Claro que se me ocurrió! Lo iba a hacer al despedirme de ella-confesó Irene.
-Y por qué no lo hiciste antes…
-¡Porque no se le pide su número de teléfono a alguien simplemente porque se te ha caído algo al suelo y esa persona te lo ha dado!-exclamó Irene.
-Tienes razón. Lo reconozco . Tengo tantas ganas de verte feliz de nuevo…De recuperar a la Irene que conocí…La muerte de Laura fue terrible, pero ya ha pasado tiempo y debes cerrar ese luto. No tienes que olvidarla. Ninguno lo haremos porque era una mujer maravillosa. Pero la vida sigue y debes dejar que alguien igual de maravillosa entre en tu corazón y en tu vida-Marta cogió suavemente entre sus manos la cara de su amiga. - No soporto verte triste cada día .
-Sabes que lo intento, pero nadie es como ella.
-Es que nadie debe ser como ella. No puedes buscar una sustituta. Tienes que enamorarte de alguien que sea ella misma, quien quiera que sea y como sea su físico o su personalidad. Tu cara de hoy me dice que ayer conociste a alguien que despertó algo en tí que ninguna lo ha hecho hasta ahora.- Las manos de Marta sujetaban firmes la cara de Irene obligándola a mirarla a los ojos aunque no quisiera.
-Intentaré encontrarla. Es lo máximo que te puedo prometer ahora mismo- dijo Irene con la mirada baja, deseando poner fin a la conversación mientras sentía como si alguien estuviera apretando su cabeza por las sienes y quisiera prensarla. Marta la abrazó suavemente, la besó en la mejilla y le susurró al oído:
-Estoy embarazada de nuevo . Eres la primera en saberlo . Ni Jorge lo sabe aún y habíamos decidido que tú serías la madrina, pero sólo lo serás si encuentras a esa mujer .- Irene se separó de su amiga para darle la enhorabuena mirándola cara a cara y después las dos estallaron en risas, abrazos y besos durante unos minutos.

( en unos días, sección 2 : Elena)

4 comentarios:

Yosoyesayesta dijo...

Muy bien !!este episodio promete ...escribe pronto el siguiente

Anónimo dijo...

Mágico y para las personas con historias similares revelador. Me encanta!!!

arcademonio dijo...

...me gusta como desglosas la historia...sorbo a sorbo me embriago...y sin resaca...infinitos besos para tus bolsillos...

José A. García dijo...

Y todo ésto... ¿cómo y cuándo continúa?

Saludos

J.