miércoles, 10 de octubre de 2012

pequeñas cosas que siempre pensamos, que nunca dijimos pero que acaban por salir

Hace dos fines de semana el tiempo era de todo menos agradable así que propuse una tarde de cine a resguardo de la lluvia. Había visto en uno de vuestros blogs una referencia a la película francesa Le Prenom ( el Nombre) y decidí que esa sería la elegida. Cada vez me fastidian más las típicas " americanadas" y me gustan más las películas francesas que ahondan en el universo de las relaciones personales.
El Nombre parte de una cena, una reunión familiar a la par que de amigos; una reunión como tantas otras anteriores pero en esta alguien decíde gastar una broma con el nombre que ha decidido poner al hijo que espera y, a partir de ahí los personajes se enredan en un retroceso al pasado que une a todos desde su infancia ya que son amigos y familia y se conocen desde siempre.
Una broma inofensiva desencadena, cual escena típica de la vida real , una espiral de cosas no dichas, de reproches, de secretos que quedan al descubierto que hace recapacitar a los personajes sobre las relaciones y los lazos que las unen.
Al igual que en otras ocasiones en películas francesas similares, una acaba teniendo la sensación de que las relaciones con la familia, con los amigos y con nuestra pareja se sustentan muchas veces en callar lo que no nos gusta pero es soportable; en no herir a quien amamos para no dañar la relación, en ocultar ciertas cosas para ser feliz, para hacer felices a otros; aprendes que amar es perdonar, comprender y rehacer porque todos somos fruto de lo que vivimos a lo largo de los años y que, precisamente por ello, estamos en constante evolución personal, que no somos lo que fuimos aunque nuestra esencia siga siendo la misma, porque cada persona que pasa por nuestra vida deja su huella en ella por pequeña que haya sido su estancia, y que es a nosotras mismas, y a nadie más, a quienes corresponde poner cada cosa en su sitio, intentar entender y comprender, mantener o dejar ir, amar o intentar no odiar , en definitiva, seguir avanzando un día más por ese sitio llamado vida siendo lo más felices que podamos con todas las personas que queremos.

3 comentarios:

María Veces dijo...

Me ha gustado muchísimo tu reflexión, coincido totalmente. Has tocado dos temas que son clave para mí: no se pueden decir todas las verdades (de hecho yo no quiero que me las digan todas) y que estamos en continua evolución. Lo primero lo tengo procesado y no me supone un problema. Lo segundo lo llevo peor, sin saber bien cómo eres es difícil tomar decisiones a largo plazo...
En fin, voy a parar que estaba empezando a usar tu blog para psicoanalizarme ;-)
Besos
M

dsdmona dijo...

A mi me encantó y como tú cada vez me gustan menos las americanadas, aunque continúo viéndolas ^^

D.

Ripley dijo...

MARIA VECES :jajaja. esero que es cuasi psicoanálisis haya ido bien.
DESDEMONA: ya he visto que hay otra película francesa en cartelera, habrá que verla