martes, 6 de septiembre de 2011

mi doble cita



Con la llegada de septiembre yo, como tod@s l@s docentes de este país, vuelvo al trabajo. Pero este año la vuelta al aula no era como los años anteriores; al menos, no como los cinco años anteriores. Y es que , este año tenía una doble cita con el aula; la primera era sólo mía, con la vuelta al trabajo, a los nuevos y a los antiguos alumnos. De momento no me puedo quejar, en principio el curso no se presenta malo con lo que me ha tocado este año; pero, pese a empezar más contenta, no deja de ser la rutina ya conocida.
La otra cita con el aula la tenía con una personilla pequeña, un pequeño Yo como dice todo el mundo porque es idéntica a mi físicamente y en muchos gestos, lo cual por supuesto me llena de sumo orgullo entre otras cosas más ñoñas que nos pasan a los adultos cuando hay pequeños seres que nos roban algo más que el alma.
Este año, como seis atrás hice con su hermano, iba a llevar a mi pequeña sobrina a su primer día de cole en el aula de un año : aunque parecido a una guardería, está a medio camino entre eso y el aula de dos años. La verdad es que, teniendo en cuenta que cada vez que le mencionábamos lo del cole nos decía un rotundo NOOOO, me hacía mucha ilusión volver a ser yo quien tiene el honor y el privilegio de compartir con ella su primer día de cole.
Asi que esta mañana hemos salido de casa más pronto que de costumbre y hemos ido a un sitio que ella ya conocía porque era el cole de su hermano, pero en el que ella nunca había entrado a clase. Ninguna queja cuando hemos llegado, ninguna cuando la he metido en el aula y la he puesto en el suelo, ha salido corriendo y se ha puesto loca de contenta al ver todo lo que allí había para divertirse. Tantas risas, baile y palmas que al final todo el mundo se ha puesto a reír. Y yo me he llevado de propina un fuerte abrazo y un beso. Prueba superada y momento para mi memoria. Puede que parezca tonto pero siempre he tenido un fuerte instinto maternal y ser madre es una asignatura que me quedará pendiente; algo menos al tener dos sobrinos a los que quiero como hijos, que se parecen tanto físicamente a mi que mucha gente cree que son mis hijos y con los que siempre he tenido una relación tan cercana que muchas veces me han llamado “mamá” por hacer todas esas tareas de “mamá” cuando la suya propia no puede o necesita ayuda.
Hoy ha sido un bonito día. Espero que el de quienes por aquí os habéis pasado, también. Vamos a por el siguiente.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ainssss, los críos que nos roban el corazón... Snif, snif, snif... Estoy segura de que hubieras sido una gran madre.

María dijo...

:-))))))))) (La baba no sé cómo ponerla). Me alegra este post con estas sensaciones.

Estela Rengel dijo...

Joooooliiiiiiiiiinnn, que entrada más bonita, leñe... :)

Jirafas en Gerundio dijo...

Estos son los días que te hacen sentir viva. Muchos como esos, muchos, muchos, muchos...

Trasgu dijo...

Eyy...que bonito!! Entiendo que tus sobris te tengan prendada!! Y que bueno que pudieras llevarla el primer día de cole!! Que buen recuerdo!! No veas la suerte que tienen de tener una tita como tú!!
Bsoss y espero que la peque siga tan contenta en el cole!!

Ripley dijo...

A TOD@s: gracias por esos comentarios. mis dos sobrinos son como dos hijos para mi.