martes, 1 de marzo de 2011

el sonido perfecto del silencio




Siempre he pensado que lo mejor de aquella persona con la que pueda hablar de todo sin forzar nada, que la conversación fluya y nunca haya pausas incómodas en la conversación, lo mejor, curiosamente, será el silencio.
No sé si recordáis Notting Hill, con Hugh Grant y Julia Roberts, esa escena en la que, después de una cena, van caminando y ella entra en una propiedad privada. Él la sigue y paseando por el jardín, se sientan en un banco, juntos y en silencio, disfrutando del momento, de la compañía, sin tener que decirse una palabra.
Silencio, ese silencio agradable al lado de alguien convierte a esa persona en la mejor compañera en la vida, porque la conversación no es difícil, pero los silencio sí, cuando no son necesitados a dos.
Puede ser, y sólo puede ser, que mi afición por fotografiar bancos comenzara con esa escena que me mostraba esa comunión que siempre he buscado en mis parejas. Algo que, al menos a mí, siempre me ha resultado difícil conseguir.






















7 comentarios:

ojos dijo...

Si pudieran hablar esos bancos...cuantas historias contarían

Juli Gan dijo...

Es cierto que hay un vínculo especial con esa persona con la que no necesitas imperiosmente hablar. Puedes estar en un cómodo silencio. Eso es muy raro, pero se da.

Pena Mexicana dijo...

No es fácil conseguir ese silencio compartido pero cuando lo encuentras es delicioso :)

besitos

Didi dijo...

Estar con alguien y que los silencios no sean incómodos sino todo lo contrario es grande, muy grande. Un beso.

Anónimo dijo...

mi niña era muda cuando la conocí, ahora no calla.
Añoro el silencio a su lado...
Besetes
Escandinava

Trasgu dijo...

Creo que el permanecer en silencio junto a una persona y poder disfrutar de ese momento...es una de las mejores experiencias que la vida te puede proporcionar...Es como si entraras en otra dimensión con esa persona...
Bsoss

Estela Rengel dijo...

Si ese silencio va acompañado de poder abrazar a esa persona desde detrás y puedo descansar mi cabeza en su espalda, mucho mejor.