miércoles, 22 de octubre de 2008

Me siento "piti"


Escribía Enrique Portocarrero en diario El Correo del 14.09.08 una defensa de Santiago Calatrava en unos días, más bien semanas, en los que las críticas arreciaban contra el arquitecto valenciano. Decía el articulista en letras más grandes,( supongo que resumen de lo que después no afirmaba tanto) que el arquitecto se merece “una defensa frente al fuego graneado de los últimos meses contra su prestigio, sus proyectos y sus capacidades” para , a rengón y punto seguido añadir “ Una defensa objetiva, por supuesto, ya que los debates y los problemas derivados de sus obras también se aprovechan por los que envidian o no soportan la fama y el reconocimiento de un gran arquitecto internacional”, palabras que denotan que este señor nos va a escribir una crítica solapada, puesto que también él es consciente de que los últimos trabajos de Calatrava no están, ni mucho menos, a la altura de “un gran arquitecto internacional”.
Querido señor Portocarrero, lo que usted denomina “el problema de las losetas deslizantes en el puente de Zubi Zuri” es un continuo quebradero de cabeza ,y un sangrado continuo de dinero ,para las arcas de consistorio bilbaíno ya que Calatrava usó losetas de cristal para el suelo, losetas que bien se rompían o hacían que los que, cual kamikazes, se lanzaban a cruzar Bilbao por este puente se jugasen la vida en días de lluvia debido a que las losetas les hacían resbalar y caer.Lo primero que hace un bilbaíno al ir a una zapatería a comprarse "zapatos para la lluvia" es dar la vuelta al zapato y mirar si la suela resbala, si es así sólo te lo pones cuando no llueve o no lo compras. La sustitución de las 220 baldosas le supuso al ayuntamiento de Bilbao más de 200.000 euros y, desgraciadamente, las baldosas escogidas para que el señor Calatrava no demande al ayuntamiento por destruir la estética de su puente, tampoco son adecuadas, con lo cual, habrá que sustituirlas de nuevo. Creo que merecería más la pena derribar el puente y construir otro nuevo, menos estético, pero más funcional o al menos, adaptado a la meteorología de Bilbao, algo que el señor Calatrava y su equipo no parecen haber tenido mucho en cuenta. Hubiera estado muy bien como acto de humildad y buena fé por parte del arquitecto no denunciar al ayuntamiento por la pasarela que une su puente con las torres Izosaki, pero no parece que la humildad sea una de las virtudes del arquitecto.
Califica así mismo Portocarrero de “defectos de funcionalidad “ los problemas que aquejan al aeropuerto de Bilbao. No debe usted viajar mucho, o al menos no por avión porque si no, no diría usted eso. El aeropuerto de Bilbao es un desastre en cuanto a funcionalidad: es pequeño, mal aprovechado, feo por dentro, carente de servicios como consecuencia de su diseño ( es una paloma); además añado la queja que más abunda entre los vascos que tenemos que usarlo: cualquiera que coja su equipaje, sale directamente a la calle, donde, si alguien les ha ido a recoger, tendrán que esperar, pues así es como diseñó Calatrava el aeropuerto. Supongo que no ha viajado mucho a Bilbao y no sabe que aquí llueve bastante y que hace un frío de narices en invierno así que dejar a viajeros o a quienes acuden a recibirlos en la calle es totalmente ilógico. La conexión de la terminal con el parking también es otro de los puntos más que criticables del diseño...Podría seguir eternamente, pero diré sólo una cosa, pregunte usted a cualquier vasco qué piensa del aeropuerto de Bilbao y verá que no hablarán de “defectos de funcionalidad”.
Intenta ahogar las críticas que Calatrava está recibiendo por parte del alcalde de Nueva York sobre La Terminal de Transportes que ha diseñado para la Zona Cero diciendo que, bueno, también otros arquitectos reciben críticas por el retraso de las obras. Cierto, las reciben “por el retraso”...
Estoy de acuerdo con Portocarreño en una cosa. Nos guste o no algo el insulto nunca es la vía para hacer crítica. Todos tenemos derecho a estar en desacuerdo con algo, pero desacrecitar a alguien mediante el insulto hace que las críticas se queden en algo vacío, y sobre todo en algo carente de contenido que apoye el desacuerdo. Nadie recordará las razones por las cuales estamos en desacuerdo, sólo el insulto y eso, mucho me temo, desacredita al que intenta quejarse.
En Venecia ha inaugurado un nuevo puente, con el pasamanos de cristal. Esperemos a ver qué pasa...
No dudo de la calidad de Calatrava como arquitecto pero, quizás, llegado a su nivel, y segura como estoy de que junto a él hay un gran equipo con el que colabora, debería prestar más atención a qué y dónde tendrá que colocar su proyecto en vez de subirse al pedestal del “prestigio internacional” olvidando que si llegó a obtener ese prestigio fue por un trabajo bien hecho que ahora no lo es.
Pd: el título es una expresión que me enseñaron ayer mis alumnos universitarios " Sentirse Piti" es " estar triste".

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que con todo lo que has contado no necesito añadir nada sobre el "impresionante diseño" que el señor Calatrava ha hecho para el Espacio Buenavista en Oviedo.Digno de verlo, con decir que aquì lo llaman el centollo creo que está dicho todo.
nu

Ana dijo...

Qué fuerte lo que cuentas. Creo que debieran construir uniendo la funcionalidad con la estética. Alucino que no tuviera en cuenta la climatología de Bilbao para sus proyectos..¿Losetas de cristal? juass.."Piti" es poco xD.
Un abrazo

Lucía dijo...

Sinceramente, creo que has hecho una crítica bastante constructiva exponiendo tu punto de vista y las graves "deficiencias de funcionalidad" que tenéis que padecer.

Lo cierto es que, por muy bonito que sea un puente, si no sirve para unir dos orillas, es una pérdida de dinero... ¿no?

Un besín

Blau dijo...

Vaya, yo que deseo que llegue Febrero para pisar el aeropuerto y ahora quedo un poquitinpitin :o(

Musus

Anónimo dijo...

Desgraciadamente, la capacidad de "endiosamiento" que solemos tener los ciudadanos de este pais nos encamina a comprobar, una vez más, que somos fruto del eterno complejo que nos persigue y que da lugar a situaciones como ésta. Luego se nos acusa de que no mimanos y cuidamos a aquellos que consiguen destacar internacionalmente, que la envidia es nuestro pecado, como la sobervia es el de los británicos y la arrogancia la de los franceses. Cosas veredes, amigo Sancho...

Mármara dijo...

Qué mala compañera de vida es la soberbia...
Hace poco leía un artículo de Ángeles Caso en el que hablaba de la diferencia entre los arquitectos del pasado, en cuyo trabajo primaba el bienestar de la ciudadanía, y los endiosados arquitectos de ahora, entre los que se encuentra Calatrava, jaleados por ayuntamientos sobre los que también pesa más la soberbia que el bienestar de quienes pagamos sus sueldos.
Lo del "centollo" de Oviedo es digno de verse.

La Penca dijo...

Jajaja...Sentirse piti...Me he imaginado que significaría algo así, pero vaya expresión...Igual la empiezo a decir yo tamién, en plan Spanglish...Besos .)