jueves, 19 de junio de 2008

Dime qué periódico lees y te diré lo que piensas

Ayer estaba en una clase de adultos. Como muchas otras veces hemos comentado las noticias de más actualidad. En un momento de la conversación yo digo: “ayer leí en El País que blablablá” y una de mis alumnas me mira y me dice toda asombrada: “¿Tú lees El País?”, a lo que yo, con toda mi calma contesto: “Pues sí, yo leo El País, ¿pues?”. Lo que acababa de suceder, os lo creáis o no, era que acabábamos de tener una conversación sobre política. Sí, porque yo no sé en otras autonomías, pero en el País Vasco, los vascos no hablamos de política en la calle. La gran mayoría está asqueada del radicalismo terrorista pero aquí no se habla de eso así que si quieres saber cuales son las ideas de fulanito o fulanita, simplemente, pregúntale qué periódico compra o mira cual lleva bajo el brazo. Así sabemos aquí cuales son las ideas políticas de quienes nos rodean. Y siguiendo con el tema de los vascos diré que hay algo que me hace mucha gracia; casi todo el mundo sabe que hay tres provincias vascas: Bizkaia, Gipuzkoa y Araba y que todos los que en ellas vivimos somos vascos, pero no todos los vascos tenemos la misma visión de vasquidad y es que a nosotros nos pasa como a los irlandeses y escoceses, que si nos dicen que somos ingleses nos jode y mucho; en versión vasca sería: alguien te está hablando de Donosti y de repente te dice que "es que vosotros los vascos......" y no, si hablas de Donosti, hablas de gipuzkoanos, no de bilbaínos. Un vizcaíno nunca se verá igual que un guiputxi o un alavés. Todos somos vascos pero cada cual a nuestra manera y con nuestras costumbres. Para entendernos hablamos euskera “batua” que es un euskera estándar pero luego cada provincia tiene el suyo propio y ante todo y sobre todo, nuestro concepto de vasquidad nace de la ciudad que representa a cada provincia y entendiendo eso es fácil adivinar que bilbaínos, donostiarras y vitorianos siempre seremos muy, muy diferentes. Nuestras ciudades y la manera de vivirlas son muy diferentes. No voy a contaros cómo sienten y viven los donostiarras y vitorianos sus ciudades porque no lo sé, pero sí os diré que en Bilbao mandan los bilbaínos por encima de los políticos, y que lo que a los bilbaínos no nos gusta no está en Bilbao. El año pasado nos trajeron la Fórmula 1 y nos vendieron la moto de que podíamos convertirnos en circuito urbano como Mónaco pero, después de tener que ver cómo la ciudad necesita tres meses de preparativos para un día de carrera y casi otro mes después para que todo vuelva a la normalidad, los bilbaínos dijeron no y no hay Fórmula 1 en Bilbao, va a Valencia, pero creo que los valencianos tampoco están muy conformes con el tema. Con otro de nuestros emblemáticos edificios – llamado El Tigre, porque una enorme escultura del animal decoraba y sigue decorando el tejado- sucedió lo mismo, la inmobiliaria que compró el inmueble para hacer pisos de lujo tuvo que mantener el símbolo y lo mejor de todo la movilización bilbaína cuando cerraron el centenario Café Boulevard, tuvo que meterse a mediar hasta el ayuntamiento cambiando la ley para que en los planes del comprador del inmueble se incluyese el mantenimiento de un símbolo para todos nosotros.
Ah, se me olvidaba, las fiestas de Bilbao, en agosto, a partir del 18, todo lo que os cuente nos será nada. Hay que venir y vivirlas. Pues eso, que no se nota nada que soy de Bilbao

10 comentarios:

Coquí dijo...

ummmmmmmm el 18, pues estoy de vacaciones!!!

Hei Jei dijo...

eso es una invitación, no??? jejeje
como no vaya un finde :( mis vacaciones acaban el 17 de agosto.

muaks!

Anónimo dijo...

No sabes lo bonito y emocionante que es vivir en obras constantes.... Que vas por aquí, han cambiado la dirección, que giras por la otra, está cortada, que buscas un bar que has ido toda la vida....lo han expropiado. Yo creo que lo hacen para que el turismo piense que siempre estamos trabajando. Yo creo que no es que no quisierais la Formula 1... es que no os cabia.

dintel dijo...

Bien, por aquí instalo mi lectura.

Por cierto, yo tambíén leo El País.

Lucía dijo...

Veo el telediario de La Primera por la mañana, a mediodía el de Tele5 y por la tarde el de Cuatro. Hojeo (y ojeo) el Metro, el Qué y el 20 Minutos mientras me tomo un colacao en la oficina y me pongo las pilas y los fines de semana leo El País y El Mundo. A mí tendrías complicado encasillarme...

¿Sabes lo mejor de tu entrada? Esta frase: "en Bilbao mandan los bilbaínos por encima de los políticos, y que lo que a los bilbaínos no nos gusta no está en Bilbao". Bien podríamos aprender de vosotros.

Un abrazo

JD dijo...

Yo leo el correo pero xq lo trae mi padre jajaja. Estoy de acuerdo en todo lo q dices yo como bilbaina peinso como tu. Y sobre todo en que al contrario de lo que muchos creen nosotros estamos cansados del puta radicalismo y yo la primera. Eso eso que se vengan a fiestas de bilbo que son de lo mejorcito y no se arrepentiran. Conciertazos y ambientazo, ademas los bares de ambiente son los ultimos en cerrar. La pena es q este año no estoy pero es por una causa, punta cana me espera.
un beso paisana

La Penca dijo...

Yo ya iria a las fiestas de Bilbao, jeje...¡Con lo que me gustan esas cosas! Pero me parece que tendre el verano liadillo...
Besos.

Anca Balaj dijo...

Pues habrá que conocer Bilbao (sin perjuicio de otras ciudades y mundos), aunque, conociéndome, mejor voy antes o después de las fiestas, si quiero enamorarme de la ciudad.

Anónimo dijo...

En Madrid tambien pasa igual con los periodicos, vas en el metro y por lo menos a mi se me despierta la curiodidad "Dime que periodico lees y te dire lo que piensas"... supongo que es deformacion profesional.
Lo cierto es, que a mi sería dificil definirme, tengo que leerlo todo, aunque a veces me escaquee...

Un beso salá!!

Pd. Sigo tu otro blog, Ficciones Version 2.0 (cuando actualizas claro), pero ahora me pide que me aceptes para seguir leyendo, si no te importa, ya sabes...

Unknown dijo...

El encasillar por el periódico o por la radio demuestra que la gente no quiere que le cuenten algo nuevo, sino lo que ya sabe, su verdad.
Y retroalimentándose de lo que ya está convencido, acentúa su radicalismo.
A mí me encanta leer periódicos y oir radios que no comparten mi ideología: contrasto mis ideas y las pongo a prueba. El resultado es que pongo algunas ideas en cuarentena, fortalezco las que creo acertadas, y cuando tengo que defenderlas ante los contrarios soy capaz de entender su postura y no llegar al enfrentamiento.
Acabo de descubrir tu blog y no será la última vez que lo visite.
Saludos.