martes, 14 de septiembre de 2010

Ya no soy una tortuga



( antes de leer dale al play y escucha – y baila si puedes- mientras lees)

Estos días (casi) todo el mundo a mi alrededor se queja de algo y están de mal humor o de bajón. Cuando lo pienso, tampoco es que yo tenga en mi vida la felicidad completa : vuelta al trabajo, mi directora de tesis metiéndome caña, en el amor aún no hay nada, algún problemilla familiar…pero cosa misteriosa estoy de un positivo que no es normal, pero que dure. Pero, porque siempre hay un pero, yo creo que estar así se debe a las últimas semanas en las que me he dado cuenta de que podemos vivir la vida a tope pero no disfrutarla en absoluto si tenemos la mente ocupada y el corazón bloqueado. Y es que yo llevaba meses sin parar ni un fin de semana, pero vivía sin disfrutar realmente de lo vivido.
Así que cambié mi mar por el Mediterráneo y disfruté de su brisa, del efecto balsámico que no encontraba en el de mi tierra por saberme a rutina. El mar siempre cura heridas, sobre todo esas provocadas por el paso del tiempo. Su compañía, su charla al oído te dejan un cansancio relajado que libera la mente y deja que lo bueno y lo malo fluyan, hablen y hagan las paces. Ahora entiendo por qué, ante una preciosa puesta de sol, la gente se emociona. Si me lo permitís usaré las palabras de Carmen Martín Gaite para definirlo:
“Aquel sol rojo, al hundirse en el mar, parecía estar ahuyentando el miedo para siempre, impregnando de libertad todos los momentos que fueran a seguir a aquel”.
A la vuelta a casa ya había planes para una nueva escapada unos días después para un finde de senderismo por tierras navarras, en Urbasa. Era mi primera vez pero me ha encantado y seguro que repetiré. Cambio de mar por montaña. Fin de semana de amigas de esos que sirven para conocerse más (como amigas…) y mucho cachondeo porque cuando llegamos, hablando, descubrimos que todas, las 6 que estábamos, teníamos la regla. ¡Menudo pleno! Y luego, por el reparto de habitaciones ya que dormíamos de 2 en 2 y casi nos costó más decidir quien dormía con quien que organizar todo el finde. Estoy segura de que en un grupo de chicas hetero eso no pasa.
Previo a la escapada yo tuve un par de charlas con dos personas cuya opinión y consejos respeto mucho y que me dijeron que ya era hora de desenchufarme del “ modo irónico” y ponerme en “ Modo Encanto” , que es como realmente soy, que ya había pasado demasiado tiempo y que me sacudiese la vagancia si quería volver a enamorarme. No es que se viva mal en “ modo irónico”, te protege bastante bien de que te hagan daño, pero también es cierto que te pierdes muchas cosas y la imagen que das no es la que se corresponde con la que verdaderamente eres. Pero hay momentos en los que toca. Así que, accediendo a la petición de quienes sé que me quieren mucho me he vuelto a poner en “ modo encanto”, me he sacudido la pereza, he desbloqueado el corazón y he empezado a dejar que en la mente fluyan las ideas.
El sábado pasado estuve por tierras cántabras y el domingo me lo pasé en el sofá, más porque no podía con mi alma que por la resaca que tenía, que tampoco era tanta pero bueno. Este finde , por fin toca por tierras vascas, pero ya os contaré, porque no tiene mala pinta.
En cuanto al amor…..creo que seguiré instalada en la paciencia porque sé muy claro lo que quiero y como dicen por ahí “ sin prisa, pero sin pausa” lo conseguiré.
Bueno, ¿ te ha gustado la canción y has bailado mientras leías?

10 comentarios:

Estela Rengel dijo...

Me gusta esa canción, me ha seguido prácticamente todo el verano. Me ha gustado la entrada, sobre todo que hayas decidido volver al modo encanto y ser más tú misma. Bailar no he bailado, estoy apalancada en el sofá... xD

Un saludo.

Didi dijo...

[...]nadie se hará el camino sin suerte que aquí lo malo en algo bueno se convierte [...]

Muchas veces las cosas más simples, las más pequeñas son las mejores.

Un saludo

guada dijo...

me ha encantado la canción y no, no he bailado, pero más me ha gustado el post y lo que transmites....me gusta que estes en modo encanto, porque es lo que eres
suerte
besos

Sobrevivir dijo...

Contemplar un amanecer o una puesta de sol no deja de maravillarme y acompañado del mar, es algo mágico.
Estoy segura que con el modo encanto será más fácil conseguir eso que tanto quieres, pero la paciencia también es importante, ese caparazón que poseen las tortugas, es un muro que nos evita penas pero también alegrías.
La canción es chula.
Muchos besos para el cr…

Jirafas en Gerundio dijo...

El caparazón de las tortugas es como la concha de los caracoles; Es llevar encima y por delante todo lo que eres. En ello te puedoes esconder pero ello siempre está ahí, presente, en primera línea. Encanto e ironía, un cóctel muy interesante, buena mezcla. No separes una de la otra si ambas forman parte de ti. :)

Pena Mexicana dijo...

No he bailado, pero la canción es buena. El modo encanto ayuda, se atraen más moscas con miel que con hiel :)
La cosa es que enamorarse de verdad es algo que ocurre cuando una está realmente lista, en mi tierra se dice que "matrimonio y mortaja, del cielo baja" ;)

Me ha encantado el post... muy pleno! precioso :)

besos

Anónimo dijo...

Tia!!!! eres una quedona...:-) pero bueno eso ya te lo he dicho personálmente...
En modo encanto te descojonas más...( como ayer noche... llegando yo a Alcorcón...)
Y encima OTRA VEZ LA GAITE !!!!! aix que me parece que ahora usarás lo del cuentecito...y eso ya si es ponerse al descubierto!!!!
Bst escandinava

Juli Gan dijo...

Deja que la vida fluya (no sé si parezco hippie o Bruce Lee) ya llegará lo que tiene que llegar si te pones en "modo encanto". Jajaja. Ah, la canción, genial. A mí no me cuesta nada bailar....

pyxis dijo...

Seguro que en este modo conseguirás ver a la gente de tu alrededor con mejor humor porque le transmitirás ese encanto que tienes.
Pronto cambiaré mediterráneo por tu mar y espero resulte con igual efecto positivo.
Un beso!.

Dr. Flasche dijo...

Mire, mire, mire que yo no iba a decir nada, pero tengo curiosidad [deformación profesional], en qué se quiere doctorar usted?