Tenemos la mala costumbre de no dar todo lo que queremos dar, de no decir todo lo que queremos decir; de guardar parte importante de todo ese amor y cariño que queremos y necesitamos dar a quienes queremos y nos importan. ¿Por qué? ¿Para qué guardar y acumular amor? ¿Para quién? Cada vez me doy más cuenta de lo incongruentes y necios que somos la mayor parte del tiempo en nuestras relaciones así que, destapado lo que durante unos años guardé para protegerme, la necesidad de dar, de sentir, de decir, de vivir, de cuidar, de proteger, amar como a mi me gusta amar, y mimar como a mi me gusta mimar a quienes quiero; la necesidad de sacar la parte más sensible de mi forma de ser, la más importante porque, me guste o no, la parte pasional me puede más que la racional a la hora de sentir, esa parte, esa necesidad de sacar lo tan largamente guardado y acumulado está haciendo que lleve ya muchos días muy sensible, la razón, intentando poner un poco de orden ,escondida bajo toneladas de pasión.
Estos días estoy vulnerable, pero sólo para quienes quiero, esas personas que me están demostrando, que cuando atacas su razón con kilos de sensibilidad, también acaban por quitarse su caparazón. No quiero volverme a poner el mío y esconderme bajo la razón. Quiero ser yo, con todo este cúmulo de sensaciones y estados de ánimo que tanto echaba de menos.
( pd: la letra de la canción está llenita de faltas de ortografía así que si os apetece oir, leer y encontrar, ya estáis avisadas)