Esta mañana pensaba en qué hacía yo a los 27, a esos 27 en los que Amy Winehouse parece que decidió hacer realidad para ella ese lema de “muere joven y deja un bonito cadáver”. Ha muerto joven, cierto es, y me ha sorprendido enterarme de que SOLO, y lo pongo en mayúsculas, tenía 27 años, porque yo pensaba que tenía alguno más por su aspecto. Sobre lo del bonito cadáver…supongo que en su casa no debía haber muchos espejos, o no se miraba en ellos. Dicen que ahora forma parte de ese “ Club de los 27” en el que están músicos que murieron a los 27. Dicen que ahora empezará el mito, la leyenda. Esto último no lo tengo tan claro, no creo que a Amy le diera tiempo a hacer tanto y dejar una imagen como para poder convertirse en mito. El tiempo dirá. Sólo decir que me gustaba su música, que la descubrí a través del archiconocido Rehab aunque mi canción preferida es “Love is a losing game”. Bye Amy, enjoy yourself wherever you are.
Pero, ¿qué hacía yo a mis 27? Pues salir, salir mucho, demasiado si lo miro desde ahora, pero entonces me encantaba ir de fiesta. El vodka con naranja (o con limón, según me daba), las Coronitas, el tequila, bailar hasta estar agotada, las fiestas en la playa, salir con los amigos, reír con los amigos, desayunar antes de volver a casa por la mañana e irme a dormir con un olor a tabaco impresionante, que a esas horas ya ni olía. Y sí, creo que fue a los 27 cuando dejé de fumar, aunque tampoco es que hubiera sido fumadora durante mucho tiempo.
También fue a esos 27 cuando empecé a vivir definitivamente la vida que deseaba vivir, aunque fuera una doble vida en la que tuve que empezar a mentir demasiado a mi familia para que no descubrieran mi identidad sexual y perdí a los amigos que desde hacía algún tiempo ya iban dando muestras de lo que no querían aceptar, bien instalados ell@s en la vida de heteros. Hoy en día creo que no perdí nada, que he perdido poco , porque quienes verdaderamente tienen que estar, siempre estarán , que por mucho que me duelan algunas personas del pasado, en las relaciones siempre somos dos, y hablo no sólo de amor, sino también de amistad.
Y aunque el final del párrafo anterior pudiera hacer pensar que estoy poco animada, no es así, simplemente es que estos días he recibido noticias de amigas y pienso en lo difícil que es poder conquistar esa parcela de la vida que es el amor y poder disfrutarla plenamente con la persona que amamos. Ojalá todo vaya bien esta vez para todas.
Y para tod@s , feliz semana