lunes, 31 de enero de 2011

el destino es lo que te pasa si no haces nada por evitarlo...

Ahora que fumar se están convirtiendo en actividad proscrita me han entrado ganas de encender un pitillo y fumármelo tranquilamente mientras saboreo un café bombón sentada en una mesa de algún café con sabor a antiguo, escribo en mi libreta con mi pluma Boheme esas cosas que pasan por la cabeza y no quiero olvidar, y observo a la gente de mi alrededor inventándome historias ajenas, o quizás me imagino ser una espía como esas de las películas, vigilando su objetivo.
También podría haberme imaginado en un bonito bar de copas, cubata de vodka con naranja en mano, pitillo en la otra pidiéndole fuego a alguna preciosa mujer que haya llamado mi atención y a la que llevo mirando ya demasiado tiempo sin hacer nada, sin saber cómo acercarme a ella .
Pero, es que la noche me da pereza estos días. Además, es más romántica la historia del café. Pero bueno, sólo imaginaba porque no tengo intención de fumarme ese cigarrillo, que mi ropa huela a humo y mi aliento idem. Tampoco me casaré ahora que la ley me lo permite porque no tengo ganas de casarme, o quizás porque no me lo han pedido. También podría pedirlo yo, claro está. En fín, que tampoco celebraré San/ta Valentin/a porque me parece sumamente cursi.
Y además, dejaré atrás la total corrección política y la buena educación con quienes no se lo merezcan. Reivindicaré la cultura y el derecho de quienes nos gusta la cultura sin que haya que pedir permiso para poder ser culta ,y entregaré el cartel de “ bicho raro” a todos y todas aquellos que campan a sus anchas con su total incultura por las calles de todo el mundo ,para que sepan que en un mundo donde la cultura es tan accesible, lo que es “ raro raro” es ser un completo analfabeto cultural .
No sé si serán buenos tiempos, pero sí corren nuevos tiempos, y ya va siendo hora de hacer realidad viejos proyectos y sueños (¿verdad querida Gasola? ;-))
Y es que, como oí el otro día “ el destino es lo que te pasa si no haces nada para evitarlo”

miércoles, 19 de enero de 2011

el niño invisible


¿Quién no se ha sentido invisible alguna vez? Invisible para alguien a quien amábamos, invisible para alguien a quien queríamos sorprender, invisible en algún momento sin querer serlo. ¿Recuerdas cómo te sentiste?
Ahora piensa en quien no es invisible en un momento concreto, sino en quien es invisible siempre a los ojos de los demás y debe sus momentos de visibilidad a la “amabilidad” de quien lleva su propia sangre. Déjame que te hable de A. y G.
A. es menudo, pequeño para su edad, muy delgado, muy poco agraciado físicamente, pelo negro, ojos oscuros , pequeños y tristes y esa apariencia desaliñada que hace que nadie repare en él, ni para bien, ni para mal. G. es alto para su edad, pelo castaño claro con mechas rubias, mirada pícara, sonrisa traviesa y un encanto natural para hacer amigos.
A. y G. son hermanos, mellizos para más señas. Uno de esos casos en los que uno se llevó (casi) todo lo bueno y el otro (casi) todo lo malo. Porque A. es mucho más inteligente que su hermano, y seguramente es mejor que su hermano en muchas otras cosas más pero ¿quién se fija en A? Nadie. Y lo peor no es que nadie se fije, sino que cuando A. es visible para sus compañeros de clase es por la exigencia de su hermano en pedirle algo o al hacerle alguna broma. Y es que A. es el criado de su hermano. Quien lleva los libros de los dos, quien trabaja mientras G. socializa y después le copia .
Esta semana G. está enfermo y no ha asistido a las clases. Nadie ha reparado en A. Nadie le ha hablado. Nadie le ha preguntado por G. puesto que es su hermano aunque sí se han dado cuenta de la falta de G. y me han preguntado a mí.
Me da mucha pena A. porque imagino que su “calvario” es de siete días a la semana, con y sin su hermano cerca. Y es que a mi me han enseñado que los hermanos se apoyan y se protegen y lo que yo veo en las 3 horas semanales que les doy clase, imagino que sólo es una pequeña muestra de algo que sucede en cada momento de su día a día.
A y G tienen trece años. Varias veces he pensado en qué les deparará el futuro. En si A. acabará convirtiéndose en un hombre visible en todos los sentidos y en si los desprecios de su hermano le dejarán secuelas en su personalidad de adulto. Supongo que G. acabará por caerse de su trono como suele suceder casi siempre, aunque también espero que sepa aprender de todo ello. A veces me encuentro con alumnos que ya han dejado de ser adolescentes para convertirse en adultos. Ojalá también me los encuentre alguna vez a ellos en el futuro y ya no exista el niño invisible. Nadie debería ser invisible y mucho menos siendo tú propia familia quien te hace invisible porque la genética te trató peor, ¿ no creéis?

miércoles, 12 de enero de 2011

...and then I kissed her


Estos días, casi paralelo a quienes se apenan por el final de las navidades, o aquellos otros que, cansados ya de ellas, exclaman “ ¡ por fín acabaron las fiestas!”, se escucha repetitivamente ese 2 ¿ y a ti que te han traído los Reyes?”.
¿Quién de vosotr@s no le ha preguntado a otra por sus regalos? ¿Quién no ha sido preguntado?
Es curioso cuanto dice un regalo de la persona que lo hace. Y es que comprar es fácil, pero Regalar es un Arte para el que mucha gente no está dotada. Regalar no es comprar algo que nos gusta o pensamos que gustará, por muy caro o muy útil que sea, para dárselo a otra persona. Seamos sinceras…¿ Cuantos regalos de los que os han hecho os han gustado de verdad? ¿ cuantos no? Seguramente son muchos más los regalos “decepcionantes” que los regalos que os gustaron. Y es que regalar supone un pequeño esfuerzo por ponerse en la personalidad y gustos de la persona a regalar que pocas personas están dispuestas a hacer.
A mi me encanta hacer regalos, y me lleva mucho tiempo encontrar el adecuado, porque no compro lo que a mi me gusta, si no lo que sé que se compraría la persona a quien se lo regalo, aunque a mi no me guste. Pero ver esa cara que le pone cuando lo abre y sé que he acertado es toda una satisfacción que me encanta.
Yo he tenido muy pocos regalos que me hayan gustado y no soy complicada. Es fácil saber lo que me gusta, porque además me paro en los escaparates donde veo algo que me llama la atención y pongo circulitos a las cosas que me gustan en los catálogos. Más fácil imposible.
Este año iba a tener un regalo de Reyes extra y lo que menos me esperaba es que ella se hubiera fijado en que me encantan los bolígrafos y que a pesar de tener unos cuantos, no me importa tener otro más. Así que cuando me dio me regalo no sé qué cara puse, pero sé lo que sentí, porque me encantó, me ha regalado un bolígrafo que hacía años que me gustaba, en el color que me gusta y aunque para muchos sea solamente un bolígrafo, para mi supone muchas cosas, primero, que ha acertado con su regalo, segundo, que pese al poco tiempo que llevamos juntas, me ha prestado atención, tercero, que gracias a ella, vuelvo a escribir y ese bolígrafo es un poco es símbolo de esa vuelta, es el vacío en el corazón lo que me bloquea, lo que impide que las palabras salgan , es gracias a tí que recupero las ganas, gracias a tí las palabras han empezado de nuevo a pegarse por salir así que prométeme que te quedarás al menos hasta mañana de cada mañana durante una buena temporada , sin llegar al futuro, siempre en el presente, para vivirlo y disfrutarlo.

miércoles, 5 de enero de 2011

La noche mágica

Hace tiempo ,de hecho, creo que nunca antes si lo pienso, había tenido un final de año y un comienzo de año nuevo así de rápido, de intenso y de estresante, hasta el punto de acabar con una contractura en Nochebuena por el estrés acumulado, y que todavía estos días arrastro.
Acabé el 31 de trabajar sin ser muy consciente de que era el último día de un año ¿ raro?, ¿ especial?. No lo sé. Sé que nada de lo que ha pasado este año había estado planeado ni formaba parte de algo que buscara o esperara. Quizás en 2010 se cerró una etapa, al mismo tiempo que, con la década, empezaba una nueva etapa. Echando la vista atrás, hace 10 años empezó algo nuevo .
He terminado el año encontrando lo que no andaba buscando, justamente porque lo tenía a mi lado, frente a mi, y he acabado por dar ( casi ) la razón a quien me dijo que " mucha gente busca pero pocos encuentra y que por eso la gran mayoría vive una vida de conformismo". Y digo " casi" porque no me considero una persona conformista , más bien alguien que lucha por lo que quiere y que, hace algún tiempo, aprendió a no luchar en batallas perdidas y a no dar el 90% y recibir el 10% a cambio.
No tengo todo lo que quiero , y no me importa, ni espero tenerlo porque siempre tiene que existir eses " algo/ alguien" por lo que luchar. Tampoco he encontrado todo lo que buscaba porque nunca hasta ahora había caído en la cuenta de que lo que verdaderamente encontramos es, justamente, lo que no buscamos . ¡ Qué mejor entonces que hacer la lista de cosas que quiero encontrar pero que no buscaré!
ASí que al 2011 le pido lo que no le pedí al 2010 ni a los anteriores: 365 días para encontrarme con las personas y cosas que no busco pero que encuentre.
¡Feliz año y feliz noche de Reyes!